Kibo

La moda de los restaurantes japoneses en Valencia va más allá. No solo encontramos una cocina al más puro estilo nipón sino que la fusión también forma parte de la carta de los locales de nueva apertura. En el caso del restaurante Kibo sus miras van más allá. Aquí encontrarás un espacio gastronómico diferente, donde el comensal puede desconectar, disfrutar y sentirse como en casa a través de una propuesta honesta, con recetas y producto mediterráneo y un toque personal de lo más oriental. Bienvenidos a Kibo.  

Abrir en el año 2020, con los flecos de una pandemia todavía colgando, fue de valientes y es precisamente este espíritu el que transmiten sus propietarios, Yayi Zhu y Álvaro Domingo. Unos jóvenes emprendedores que se conocieron durante un viaje al Círculo Polar Ártico y que desde entonces ensamblaron sus vidas y sus proyectos profesionales. Ella japonesa, y de familia con tradición hostelera en Italia, y él un amante del buen comer. La mesa les unió y les llevó a idear el proyecto Kibo. Un restaurante cuya filosofía está anclada en los pilares de la honestidad, frescura, dinamismo y respeto. Toda una declaración de intenciones que se cumple a la perfección tanto en su propuesta gastro como en el trato que se respira en sala.

Desde su cocina, de 55 metros cuadrados y abierta completamente a la vista del comensal, se puede ver trabajar de forma pulcra y ordenada a su equipo, capitaneado por el chef Jimy Zhu, hermano de Yayi. Una forma más de demostrar su carácter transparente y la sinceridad con la que aquí se trabaja. Así, desde esta cocina se logra sorprender con una nueva forma de entender la cocina nipona, con fusiones y platos que mezclan productos tradicionales japoneses con otros más mediterráneos. Y todo esto con una excelente presentación, de ésas que te ayuda a comer con los ojos y te hacen volver a probar nuevas recetas. Así pues nos encontramos ante un restaurante con un enfoque claramente japonés palpable en sus uramakis de gambón frito, aguacate y mayonesa de Wasabi o los makis de atún rojo Balfegó picante con cebollino y pepino. Palabras mayores el sashimi de dorada con lima y sal rosa.

También las carnes y los pescados tienen su hueco en carta, puedes degustar desde una molleja de ternera al kamado hasta el black cod marinado en shiromiso (bacalao negro). No obstante, la influencia mediterránea y de sus productos más representativos también tienen un amplio protagonismo en Kibo, sobre todo en su menú de mediodía.  Es fácil encontrar platos con inspiración italiana, turca o griega como los gnocchis caseros de patatas a la marinera; el flan de calabacín y tomillo, crema de queso gorgonzolla y migas de focaccia al ajo; panceta de ibérico crujiente con pico de gallo y arroz o croqueta de patata con ragut de chorizo y crema de calabaza. La temporada, como ya adelantábamos, está sumamente presente. De ahí que puedas probar el tiradito de hamachi con trufa negra fresca rallada y aliñado con vinagreta de soja ahumada y la gyozas o tempura con verdura de temporada.

Estamos pues antes una cocina ambigua y camaleónica, pero muy atractiva, donde se emplea fundamentalmente el producto de cercanía como en el nigiri de anguila de la Albufera. Como excepción encontramos, por ejemplo, el atún rojo de Balfegó, empresa que garantiza un sacrificio justo del animal. Y es que el respeto hacia cómo son sacrificados los animales encaja mucho con la filosofía japonesa y es algo fundamental para sus propietarios.

Kibo, que en japonés significa esperanza, es una señal de todo lo bueno que a esta pareja le queda por delante. Ellos confían en llegar alto, en mejorar cada día. Van por muy buen camino.