
Limonero, el rincón mediterráneo donde perderse... comiendo

Este restaurante mediterráneo y acogedor merece un viaje. Y no solo por su privilegiada terraza frente al mar bajo enormes pinos, si no sobre todo, por su pescado fresco cocinado a la brasa y su carta a base de productos de proximidad de calidad. Limonero, en Miami Platja (Tarragona) es sinónimo de comer bien.
Pinos y pajarillos frente al mar, una sala acogedora y un sabroso pescado a la brasa. Estos son algunos de los ingredientes que hacen que Limonero sea un restaurante de peregrinación para los que gustan de comer bien, sin pretensiones y con producto de calidad.
Situado en la playa Cristall de Miami Platja, al sur de la provincia de Tarragona, Limonero está ubicado en un antiguo chalé de veraneo, en un espacio privilegiado frente al mar. Enormes pinos, olivos y el limonero que le da nombre presiden la terraza de este local, que ya cuenta con clientela fiel de la zona.
Y es que Limonero abre a todas horas y ofrece una carta con propuestas que se adaptan a cualquier momento y perfil: desde unas bravas hasta un tartar de ternera, pasando por una lubina cocinada a la brasa. Todo cabe en este pequeño local con increíble encanto, con grandes ventanales abiertos al mar.
Pescado de la lonja
Que el pescado venga directamente a diario de la lonja de Cambrils ya es toda una garantía. Imperdible, por tanto, su lubina entera a la brasa de carbón. Un lujazo, pues la sirven a filetes, cocinada en su punto, sabrosa. También a la brasa, el pulpo gallego con ajada de verduritas y parmentier de patata, es otro de los must del local.
Y es que aquí el horno Josper va que vuela: preside la pequeña cocina regentada por el chef Pablo Herrera, dando el toque justo a las piezas de carne y de pescado elegidas con mimo. A los carnívoros esta lista de platos os hará la boca agua: entrecot de vaca de 300 gramos madurado a la brasa de carbón, muslo de pollo de corral a la brasa con verduras asadas, hamburguesa de buey de 190 gramos y un solomillo que logra los tres colores de cocción. Difícil elección.
Pero en Limonero la carta también está pensada para compartir de forma más desenfadada, con entrantes como mejillones a la brasa, carpaccio de picaña (maravilloso y tierno corte de la vaca) o tomates Km. 0 con atún Balfegó. Una curiosidad, aquí, las patatas bravas son healthy: las cocinan al vapor y las acompañan con mojo picón rojo canario. El tataki de presa ibérica, de atún o de salmón y el carpaccio de bacalao son otras opciones triunfadoras y ligeras.
Limonero cuenta con un horno a la piedra donde se preparan pizzas como la de espinacas frescas con mozzarella, frutos secos, huevo y parmesano o la de pepperoni picante, mozzarella, cebolla estofada y hojas de cilantro (claro homenaje a Frankie Gallo, de Barcelona).
Y para terminar bien, nada mejor que uno de los postres caseros. Sí, caseros. Tiramisú, crumble de manzana, torrija caramelizada y un espectacular cheesecake con coulis de lima. Si con todo esto no planificas tu visita a Miami Platja... solo me falta contarte que tienen un menú semanal y cuentan con un bartender para sus cocktails. ¿Convencido?
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