CATA by Catacroquet

CATA by Catacroquet, croquetas y ostras en el Born
CATA by Catacroquet
CATA by Catacroquet
2 Diciembre, 2019
Silvia Alberich
Catacroquet abre su segundo restaurante y amplía su carta con nuevas propuestas, como carne y pescado de temporada.

Un acogedor local, con barra de mármol, pared de piedra, lámparas hechas con raíces y hojas naturales y un cuadro con luces de neón en el que se lee “Peace. Love. Croquetas” da la bienvenida a CATA by Catacroquet. “Es un guiño a la situación actual de crispación, para que la gente se olvide un poco de todo y disfrute de unas buenas croquetas”, afirma Andrea Pérez, copropietaria del recién estrenado local, que abrió sus puertas el pasado 15 de noviembre.

Ubicado en el corazón del Born, a escasos 200 metros de la basílica de Santa Maria del Mar, CATA by Catacroquet es una versión más reducida y gastronómica de Catacroquet, un restaurante situado en Poblenou que se ha convertido en un referente de las croquetas en Barcelona desde que abrió sus puertas, en abril del 2015.

El nuevo local ofrece las 7 croquetas más exitosas de la carta de Catacroquet. Cuesta elegir una, ya que todas son caseras y deliciosas, desde la de huevo de corral trufado hasta la de pollo al curry con leche de coco, pasando por la tradicional croqueta de jamón de bellota -que reinventan continuamente-. Las versiones menos canívoras también tienen un merecido espacio en su carta, con croquetas tan sublimes como la de atún y kimchi y la de bacalao con chiles. Todas ellas elaboradas “de forma artesanal, sin escatimar en producto, que siempre es de proximidad, y con mucho mimo”.

Carrer de la Pescateria, 6
Barcelona
España

932 68 73 89

Una croqueta gratis con cada consumición

Estas delicias caseras se sirven en cuencos elaborados artesanalmente y se pueden degustar gratis durante todo el mes de diciembre con cada consumición pedida a la hora del vermut. También han aprovechado del local de Poblenou el catacombo, una fórmula que incluye 5 croquetas, una sopa vegetal y una bebida por 10,50 euros, disponible de martes a viernes al mediodía. A su sabor auténtico se suma su forma redondeada, común en todas las croquetas, excepto en las de jamón de bellota, que son alargadas. Aunque todas son un exquisito reclamo para cualquier comensal, la de carrillera ibérica al Pedro Ximénez es la croqueta estrella. “Tiene un retrogusto muy dulzón y se notan mucho los matices de este vino”, matiza Pérez.

El nuevo restaurante, que había sido una hamburguesería y previamente un after, ha ampliado su carta con platos como el ternasco de Aragón, la chuleta de vaca vieja a la parrilla, el pescado de lonja o el tartar del día. Opciones más sofisticadas a las que se suman las famosas ostras francesas Guillardeau, acompañadas con albariño o con cava. Una interesante propuesta de la que se puede disfrutar a diario en el local, que sigue manteniendo su esencia tradicional. “Somos una croquetería, quizás una gastrotaberna, y no queremos caer en el tópico gurmet”, puntualiza la propietaria.

De ahí que sigan teniendo en su carta platos y platillos tan tradicionales como los huevos rotos con trufa y la burrata a la plancha con alcachofas. Unas propuestas que comparten sección con otras menos convencionales, como el pulpo a la parrilla con puré de aceitunas, una mezcla de lo más acertada, o las berenjenas asadas en miso y sake con boniato especiado, un plato de lo más saludable que entra por la vista y conquista el paladar por el contraste de sabores.  

Asimismo, disponen de una cuidada carta de vinos -la mayoría denominaciones de origen de Catalunya y alguna de Aragón, de donde es Andrea- acorde a su filosofía. Por ello apuestan por las pequeñas bodegas y los vinos de proximidad y acompañan al cliente para que sepa cuál es el vino que mejor marida con su plato.

Gastronomía y música de proximidad

Los postres ponen la guinda a su propuesta gastronómica, que sigue teniendo a la croqueta como protagonista. De ahí que estos sean trampantojo de croqueta. “Moldeamos los postres de manera que tengan forma y apariencia de croqueta, aunque no están fritos ni rebozados”, detalla la propietaria de Catacroquet y CATA by Catacroquet. ¿Te habías imaginado alguna vez saboreando un pastel de queso manchego con mango, uno de zanahoria o uno de limón en forma de croqueta? Una original e irresistible propuesta a la que se une otra de tipo musical, ya que CATA by Catacroquet planea ofrecer cada mes un concierto o una actuación de pequeño formato, como ya hace en Poblenou. Un experiencia multisensorial que hará las delicias de los comensales de este agradable y coqueto local. 

© Marta Becerra.

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