Saratoga
Saratoga
2 Octubre, 2020
Silvia Oller
Robert Vidal, impulsor, gerente y uno de los socios de Saratoga, aboga por evitar los fritos, las salsas y las elaboraciones pesadas y apuesta por una cocina saludable con productos del territorio que varían en función de la estación.

Que el cliente pueda comer como lo haría en casa, incluso con platos más sanos, sabrosos y variados, es la filosofía del Saratoga, con dos locales en Girona. Y lo consigue con una cocina diversa y unos menús que destacan sobre todo por una excelente relación calidad precio en un entorno muy cálido y confortable. Una oferta que este año ha crecido con la apertura de un nuevo espacio situado en la céntrica plaza Marqués de Camps que se suma al histórico emplazamiento de la calle Sant Joan Baptista La Salle, que abrió hace diez años.

Quien se ve con la obligación de comer fuera cada día por motivos de trabajo no siempre puede seguir una dieta sana y equilibrada sin caer en la repetición. Conseguirlo era la fijación que tenía Robert Vidal cuando decidió tomar las riendas del Saratoga, un restaurante que intenta evitar fritos, salsas y elaboraciones pesadas, y apuesta por una cocina sana y, siempre que es posible, con productos del territorio que varían en función de la estación.

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Una dietista le ayudó a crear las primeras cartas, cuando hace diez años Vidal decidió reorientar su vida y dejó el sector de la automoción en el que había trabajado durante 25 años. El empresario decidió mantener el nombre del establecimiento que desde principios de los años setenta hasta mediados de la década de 1980 se convirtió en todo un clásico en la ciudad. "Había sido un espacio mítico, muy conocido en Girona y por eso decidí no cambiar el nombre", explica Vidal, gerente del Saratoga y uno de los cuatro socios del local. Le acompañan en esta aventura gastronómica los futbolistas gerundenses Pere Pons, Eloi Amagat y Àlex Granell.

Tanto el Saratoga, ubicado en la calle Sant Joan Baptista La Salle, abierto de mañana a noche, como el nuevo espacio de la plaza Marqués de Camps, que cierra después de comer, apuestan decididamente por los menús además de ofrecer servicio de cafetería. De lunes a viernes al mediodía, el cliente dispone de una amplia oferta de platos donde elegir que varían cada día.

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La carta la forman ocho primeros (no faltan las ensaladas, la pasta fresca o platos calientes) dos opciones de carne y dos de pescado, con cocciones suaves, ya sea a la plancha, al horno o a la brasa. Completa el menú un amplio surtido de postres, elaborados artesanalmente, pero que el cliente, si quiere, puede cambiar por un café. Quien opte por los postres, sin embargo, no se puede perder el recuit de Fonteta o el pastel de zanahoria con chocolate.

El comensal puede elegir entre hacer el menú entero, que incluye pan y bebida (14,50‎€); medio menú (entre 10 y 11 euros en función del plato elegido) o puede optar por el plato del día (15€), que contiene una generosa porción de pescado fresco (salmón, atún, etc.) o de carne (como el entrecot de ternera de Girona a la brasa) con la correspondiente guarnición.

De entre las especialidades de la casa con más demanda destacan los tártares: el de atún rojo con aguacate y mostaza y el de salmón con aguacate, mango y soja son opciones altamente recomendables a pesar de tener que pagar un suplemento de 4 euros.

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Más allá del menú de día, en el local de la calle Sant Joan Baptista La Salle ofrecen también uno al mediodía los sábados por 19‎€ y otro las noches de viernes y sábado con propuestas más elaboradas por 22‎€. En esta carta, por ejemplo, podemos encontrar platos más completos como el secreto de cerdo ibérico, el entrecot de ternera de Girona, los chipirones a la plancha con marinado de tomate, lomo de atún rojo o lenguado fresco con verduras al vapor.

Además, para adaptarse a nuevas sensibilidades, desde hace un año y medio tienen platos veganos como la hamburguesa de tofu con quinoa o verduras al grill. Una opción, la de la cocina healthy que también ofrecen en los desayunos que se sirven a partir de las 8 de la mañana en los dos locales.

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La crisis sanitaria generada por la Covid ha obligado al Saratoga ampliar sus canales de venta. De lunes a sábado, de 10 a 15h, preparan menús para llevar. El cliente puede hacer el pedido hasta las 14.30h telefónicamente y pasar a recogerlo a los locales. Puede elegir entre el menú entero o cualquier plato de la carta.

El restaurante de Sant Joan Baptista La Salle, que cuenta con un sistema de desinfección mediante lámparas de ozono, tiene capacidad para 99 personas y dispone de una amplia terraza muy concurrida los días de buen tiempo, sobre todo a la hora de desayuno. El de la plaza Marqués de Camps es más pequeño y en él caben unos 45 comensales.

Ambos destacan por una decoración muy cálida, con predominio de la madera y mensajes que invitan a disfrutar de los pequeños placeres de la vida, obra del interiorista Miguel Pujadas.

Fotos: Martí Artalejo

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