/ Mediterránea
Afortunadamente, cada cierto tiempo nace en la Ciudad Condal algún establecimiento que huye de los estereotipos al uso en cuanto a los “locales modernos” y que, en cambio, apuesta por la recuperación de lugares emblemáticos y con historia. El Restaurante Cervecería Artesans es un ejemplo de ello. Está ubicado en un local construido en el siglo XIII, cerca de la iglesia de Santa María del Mar, cuando el Mediterráneo llegaba hasta lo que hoy es la calle Bonaire, donde los pescadores solían varar sus barcas.
Un concepto tan redondo como el del “pintxo” de la cocina vasca, es el punto de partida que los creadores de La Taberna del Pintxo se marcaron para elaborar una oferta basada en el tapeo, más o menos informal, pero de calidad y con un claro carácter andaluz y mediterráneo.
Situado en pleno centro de Barcelona, entre las calles de Tallers y Pelai y las plazas Universitat y Catalunya, pocos locales de cualquier tipo pueden presumir de tener un nombre que refleje con tanta exactitud su situación geográfica. El Cèntric Bar fue fundado allá por 1862 y reabierto tras la guerra civil en 1942, con gran éxito entre los artistas que trabajaban en los espectáculos de la zona y frecuentaban tanto el Cèntric, dándole un ambiente muy especial.
A pesar de su, relativamente, corta historia –el Mentidero se fundó en el año 2004–, esta taberna granadina está llena de historia gracias a la figura de “Chico” Fernández. Imprescindible e inquieto personaje, de esos que se apuntan a un bombardeo, pero no a uno cualquiera.
En la ciudad de Gaudí, enmarcada por el arte modernista, nos desplazamos al oeste de Barcelona, cerca de la Illa Diagonal. Concretamente al lado del hotel Hilton, donde se ubica el restaurante Mosaic, perfecta elección para una comida de negocios entre semana, debido a su situación en el distrito financiero de la capital catalana.
Una construcción rústica de paredes imperfectas, con techos muy altos y vigas centenarias a la vista. Pinceladas de blanco y azul cielo inundan todo el espacio acercándonos, más si cabe, al Mar Mediterráneo que se divisa desde una de sus terrazas. Así es La Más Bonita, un trozo de paraíso en la Playa de La Patacona (Aboraya, Valencia).
Hace ya muchos años que en Can Carreras se dedican al mundo de la restauración con éxito total. El restaurante de la Masía que lleva el nombre de las tierras que la rodean, en Dosrius, es todo un referente en Mataró y las villas cercanas, no sólo por su ubicación ideal en la zona boscosa de Mont-negre Corredor, sino especialmente por la calidad de la comida y el trato que dispensan a los clientes.
Hay restaurantes que saben combinar con acierto la esencia de tiempos pasados con el concepto más moderno de decoración y de cocina. En la comarca del Maresme, cerca de Barcelona encontramos un claro ejemplo de esta afirmación. Can Rin ocupa una casa señorial de verano edificada a principios del siglo XIX en la entrada del municipio deCabrils.
En el restaurante Oleum de Granada todo encaja gracias a su fundador y "alma mater" Gregorio Sánchez, un veterano profesional de la hostelería que conoce todos los recovecos del negocio, y posee un sentido común que sólo dan los numerosos años dedicados al buen hacer en el mundo de la gastronomía.
El barrio barcelonés de la Barceloneta ha sido desde siempre, y sigue siéndolo, una zona de esencia marinera. Por eso todo lo relacionado con el mar impregna la vida del barrio, incluidos muchos de sus establecimientos, especialmente los que llevan anclados en el barrio muchos años.
Situado en la nueva zona del puerto de Málaga, Kaleido Port apuesta por una cuidada gastronomía como sólida base de su moderno concepto que engloba un restaurante –que podríamos calificar de formal–, una terraza –perfecta para disfrutar de una cervecita o un picoteo más ligero y con vistas al mar– y una zona de copas muy cuidada, con pista de baile incluida.
La cave es una vinoteca y restaurante que se estableció en Sarrià hace 10 años, con el claro objetivo de convertirse en un local de referencia para los gourmets de Barcelona. Sus propietarios, Natalia Rabarté e Iván Santacruz atienden con un estilo próximo y familiar, sin que esta afabilidad reste un ápice a su deferencia y profesionalidad, tanto si es para comprar un buen vino como para disfrutar de su restaurante.
En el Vallès Occidental (Barcelona), más concretamente en Matadepera, encontramos uno de los restaurantes que más está trabajando para recuperar viejos alimentos de nuestra tierra. Ubicado en una magnífica masía de la cual hay indicios desde 1416, Can Vinyers es el negocio familiar de los Martino.
Una de las filosofías que rige la elaboración de platos en El Rincón de Diego es conseguir una “cocina divertida y de calidad”. Su propietario y chef, Diego Campos, sostiene que “es importante pasárselo bien comiendo”. Es por eso que este laureado chef pone en todos sus platos un toque personal delicado e innovador, el mismo que le hizo merecedor de una estrella Michelin en el año 2005.
Los hermanos Rovira, reconocidos con una estrella Michelin por su labor en el restaurante Els Casals, se animaron el 19 de mayo de 2011 a abrir, en colaboración con el Grupo Sagardi, el restaurante Sagàs Pagesos, Cuiners & Co, una innovadora propuesta de restauración que ponía sobre la mesa los mejores bocadillos del mundo, elaborados con productos de primera calidad.