Marisquería La Parada

Marisquería La Parada: el sabor de la mar con historia propia en Caleta de Vélez
Marisquería La Parada
21 Mayo, 2025
GastronÓmico
A escasos metros del puerto de Caleta de Vélez, La Parada honra la cocina marinera desde los 80 con mariscos frescos, tradición familiar y el sabor auténtico de la Costa del Sol.

Ubicada a escasos metros del puerto pesquero, Marisquería La Parada es uno de esos lugares donde el tiempo se ha detenido para preservar lo esencial: el producto, la memoria y el oficio. Desde 1986, esta marisquería en Caleta de Vélez mantiene una apuesta firme por los mariscos frescos de Málaga y otras lonjas nacionales, ofreciendo al comensal una experiencia basada en la autenticidad y el respeto por la gastronomía marina malagueña. 

Lo que comenzó como un pequeño bar de pueblo con tapas marineras y pescado local es hoy un restaurante de mariscos en la Costa del Sol oriental muy apreciado. Al frente están David Díaz y Patricia Suárez, segunda generación al frente del negocio familiar. Ella en cocina, él en sala. Juntos, este matrimonio joven ha dado continuidad a una historia que se saborea en cada plato. Y lo han hecho sin perder la esencia.  

“Nuestro compromiso es que todo lo que servimos pase primero por nuestros ojos y por nuestras manos. La calidad empieza en la vitrina”, afirma David con la convicción de quien sabe lo que hace. 

Porque si algo define a Marisquería La Parada es la variedad y frescura de su producto. El pescado llega a diario desde Caleta de Vélez, pero también desde Cádiz, Huelva, A Coruña, Motril o incluso desde el Levante. Una selección cuidada y extensa, donde cada pieza tiene nombre propio. 

Av. de Andalucía, 62
29751 Caleta de Vélez Málaga
España

952 55 02 98
De martes a domingo, de 11 a 18h

El alma de La Parada: David y Patricia 

En Marisquería La Parada, el talento no se mide por estrellas ni reconocimientos mediáticos. Aquí, el mérito tiene otra raíz: el del aprendizaje heredado. Patricia Suárez, cocinera autodidacta, ha hecho suya la tradición aprendida de su suegra, rescatando recetas familiares con un dominio que se refleja en cada plato. Su cocina no busca artificios, sino sabor.  

David, por su parte, representa la continuidad de un legado familiar ligado al mar. Su padre, Manuel Díaz, trabajaba en la mar y en la obra. Con su madre, Maribel Molina, levantaron el bar en los años 80 con lo justo: una barra, tapas marineras y la ilusión de servir buen pescado. Años después, ampliaron con un salón contiguo. Hoy, David recuerda aquellos inicios con respeto y gratitud. “Mis padres fueron los que pusieron las primeras piedras. Nosotros solo hemos seguido remando.” 

La constancia les ha valido el Premio a la Mejor Fritura de la Academia Gastronómica de Málaga, un reconocimiento que pone en valor una de las técnicas más tradicionales y exigentes de la cocina local. 

Marisquería La Parada

Una carta con identidad y producto 

El pulpo con tomate, de elaboración casera, es uno de los grandes emblemas de la casa. Un plato que se sirve sin florituras, pero con todo el sabor de las recetas que ya casi no se encuentran. También destacan las gambas cristal con huevo y trufa, un bocado sabroso y delicado que sorprende por su equilibrio. 

Mención especial merece la fritura, elaborada con aceite limpio que se cambia a diario, lo que marca una diferencia notable en textura y ligereza. Es, sin duda, una de las señas de identidad más valoradas por los clientes habituales. 

En invierno, los guisos tradicionales hacen su entrada: caldillo de pintarroja, caldillo de almejas, platos de cuchara que conectan con el origen más humilde del local. En verano, toman protagonismo las sopas frías malagueñas, ideales para sobrellevar los calores sin renunciar al sabor. 

Durante la visita, pudimos probar platos como las sardinas a la marinera, el hormigón, el variado de mariscos, gambas crudas con AOVE y cayena, quisquillas y coquinas. Cada uno reflejaba ese compromiso con la materia prima y el respeto al producto. 

“Apostamos por la variedad. Que el cliente llegue y tenga donde elegir. Esa es nuestra carta: la vitrina”, explica David, señalando con orgullo el expositor que preside la entrada al salón. 

Marisquería La Parada

El disfrute como filosofía 

Visitar Marisquería La Parada no es solo sentarse a comer. Es vivir una experiencia gastronómica que conecta con la memoria culinaria de la costa malagueña. El ambiente es relajado, el trato cercano y el servicio está pensado para que el cliente se sienta como en casa. 

David se mueve entre las mesas con soltura, recomendando lo mejor del día y conversando con los comensales. Patricia permanece en cocina, atenta al fuego, revisando cada plato antes de que salga. Se percibe la complicidad entre ambos, la armonía de quien trabaja con respeto mutuo y un objetivo común. 

En este restaurante de mariscos en la Costa del Sol no hay prisas. El ritmo lo marca el mar, el producto y la temporada. El resultado: una cocina de mariscos de calidad en Caleta de Vélez que se gana al cliente por la boca y por el corazón. 

“Lo importante es que quien venga, repita. Eso significa que estamos haciendo las cosas bien”, sentencia David, mientras vuelve a la barra con una sonrisa discreta. 

La gastronomía marina en Málaga tiene en La Parada un refugio honesto, familiar y lleno de sabor. Un restaurante que no necesita etiquetas, solo tiempo para ser descubierto. 

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