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Trabajar y divertirse es compatible en el restaurante La Vieja de Palma. Así lo demuestra, día a día, el cocinero Jonay Hernández desde que el 5 de mayo de 2018 subió la persiana de este restaurante. Durante años ha sido un proyecto y una ilusión que ha ideado, meditado y ejecutado a fuego lento desde el amor por su tierra –las Islas Canarias- y a su oficio de cocinero.
Tras lo bien que ha funcionado su segunda marca en Valencia, Ricard Camarena se ha lanzado ahora al asalto de Madrid con el mismo concepto de informalidad y platos pensados para compartir, al gusto de todo tipo de comensales.
Con raíces jerezanas y alma vasca, Alejandro Bazán transforma un pequeño local en el corazón de Jerez en un espacio gastronómico que combina tradición y creatividad, donde cada plato es un guiño a la alta cocina.
En el vibrante panorama gastronómico de Valencia, Dani Malavia y Roseta Félix han logrado consolidar el restaurante Fraula como uno de los referentes culinarios de la ciudad, un templo de la gastronomía sincera, donde la excelencia y la creatividad se unen en cada plato.
Recetas tradicionales con un giro vanguardista y un tablao flamenco convierten este restaurante en un espacio único y original.
De la unión personal de dos cocineros leoneses nace el restaurante Cocinandos, una propuesta de cocina creativa a partir del mejor producto de proximidad de la región.
Esta masía abre sus puertas para eventos de empresa entre semana y para bodas los fines de semana, con seis menús diferentes que se pueden combinar con dos entrantes y dos platos principales de una cocina vanguardista y concienciada con el producto de proximidad y la tradición de la tierra.
El restaurante del Hotel Boutique & Spa AlliOli, recientemente inaugurado, ofrece una experiencia gastronómica sublime en una masía tradicional catalana reinterpretada por dos forasteros.

Més que Tapes”. El nombre del restaurante ya lo dice todo: aquí podrás saborear unas propuestas que van más allá de las tapas clásicas. El chef Roger Murtró nos seduce con un vendaval de pequeñas degustaciones, una reinterpretación de algunas tapas tradicionales y bocados de autor, la mayoría para comer directamente con las manos. Cuando llegan a la boca, un oleaje de sabores inunda el paladar. 

El bilbaíno Borja Moncalvillo ha ganado hasta en tres ocasiones el título de Mejor Cocinero de Cantabria, pero es feliz dando servicio al pueblo con un menú diario de los “de toda la vida”. La vertiente más creativa la muestra en un vistoso degustación de emplatados singulares.

Además del tercer mejor cocinero de España en el Campeonato Nacional de Gastronomía celebrado a finales del año pasado y ganador del concurso extremeño de gastronomía durante dos años consecutivos, Antonio Luis Falcón es chef y propietario del restaurante Agallas Gastro & Food en Mérida: un restaurante con una propuesta innovadora y creativa. “Trabajamos un producto de aquí con especias de allí, o un producto de allí con técnicas de aquí.

El restaurante Estirpe es un viaje gastronómico a un remanso de paz y tranquilidad, donde la gastronomía confluye con la historia, la cultura y el territorio.
La segunda temporada de Bad Company es aún más estimulante que la primera. Roman Vilà y Yeray Monforte han creado cócteles inspirados en objetos de figuras históricas, donde el sabor, la historia y el romper con lo establecido es la norma.
Cumplir 30 años al frente de un negocio de hostelería no es nada fácil, pero Casa Antonio está a punto de colgarse este título honorífico del que no todos los restaurantes pueden presumir. Lo hará el año que viene, en 2022, después de convertirse en un lugar de referencia dentro y fuera de Jaén, un establecimiento en el que apuestan por el producto, por la actualización de su cocina y por dedicar mucho tiempo y esfuerzo a hacer las cosas muy bien.
Una terraza fresca y acogedora en medio de la naturaleza donde saborear platos sorprendentes con productos de proximidad.
Un restaurante que presenta interesantes creaciones gastronómicas con productos estacionales y de proximidad.
La diversidad de su oferta y sus diferentes espacios lo convierten en una propuesta apta para toda la familia.

Lo de Siro González en su nuevo local se puede definir, tal como el nombre del negocio avanza, como auténtico aplomo. Poner en marcha un nuevo espacio a finales de 2020 exige una dosis incuestionable de valentía. Hacerlo, además, con una carta que lleva a cabo una apuesta tan personal por la calidad y el producto es un doble salto que, sin embargo, el cocinero consigue realizar con solvencia.

Un bar típico sin tapas típicas. Puratasca llega a Triana en 2009 para colorear la tradición con sabores del mundo. ¿Su 'hit'? Tasca de barrio de toda la vida contrastando con una cocina cosmopolita y una ejecución sublime del producto.

“No somos un restaurante mexicano, somos una taquería, una taquería diferente”, me cuenta Christian el chef y socio de L'Informal, nada más entrar al restaurante que regenta junto a Sergio.

"Tengo un hambre voraz". Esta frase, que en más de una ocasión hemos pronunciado, ha servido de inspiración a Borja Mendoza para bautizar a su restaurante, Boraz. Lo ha hecho de forma original, cambiando la V por la B, inicial de su nombre. Esa originalidad la plasma también en su coqueto local, que fusiona el estilo vintage con lo industrial. Incluso cuenta con un tirador de cerveza con tres grifos, un elemento que da un toque especial y auténtico al local y mezcla lo elegante con lo callejero.

“El concepto lo tomamos, en concreto, de la antigua cafetería ‘Hormiga atómica’ de Iruña así como de otras ciudades, donde se aúna librería de pensamiento crítico con gastronomía adecuada a la ciudad en la que estamos, que es Donostia”. Son palabras de Josean Arriola (Iruña, 1974), uno de los propietarios de este espacio de encuentro y acogida de nombre ‘Kaxilda’.

Un local con historia es el romántico entorno para los platos mediterráneos y las fondues de La Cua Curta.

Existe una gastronomía de periferia que lucha por sustraer una pequeña clientela a la fuerza gravitatoria de la capital, en este caso Barcelona. Pueden ser las fondas de pueblo de toda la vida, que siempre han tenido su público, como la Masía Can Ferran de Sant Quirze del Vallés, o bien pequeños restaurantes montados por jóvenes cocineros que plantean otro tipo de cocina, un poco más sofisticada. Buc, justamente de esta misma población, entraría en esta categoría que se podría calificar de bistronomía de extrarradio.