/ Creativa
“Més que Tapes”. El nombre del restaurante ya lo dice todo: aquí podrás saborear unas propuestas que van más allá de las tapas clásicas. El chef Roger Murtró nos seduce con un vendaval de pequeñas degustaciones, una reinterpretación de algunas tapas tradicionales y bocados de autor, la mayoría para comer directamente con las manos. Cuando llegan a la boca, un oleaje de sabores inunda el paladar.
Además del tercer mejor cocinero de España en el Campeonato Nacional de Gastronomía celebrado a finales del año pasado y ganador del concurso extremeño de gastronomía durante dos años consecutivos, Antonio Luis Falcón es chef y propietario del restaurante Agallas Gastro & Food en Mérida: un restaurante con una propuesta innovadora y creativa. “Trabajamos un producto de aquí con especias de allí, o un producto de allí con técnicas de aquí.
Lo de Siro González en su nuevo local se puede definir, tal como el nombre del negocio avanza, como auténtico aplomo. Poner en marcha un nuevo espacio a finales de 2020 exige una dosis incuestionable de valentía. Hacerlo, además, con una carta que lleva a cabo una apuesta tan personal por la calidad y el producto es un doble salto que, sin embargo, el cocinero consigue realizar con solvencia.
“No somos un restaurante mexicano, somos una taquería, una taquería diferente”, me cuenta Christian el chef y socio de L'Informal, nada más entrar al restaurante que regenta junto a Sergio.
"Tengo un hambre voraz". Esta frase, que en más de una ocasión hemos pronunciado, ha servido de inspiración a Borja Mendoza para bautizar a su restaurante, Boraz. Lo ha hecho de forma original, cambiando la V por la B, inicial de su nombre. Esa originalidad la plasma también en su coqueto local, que fusiona el estilo vintage con lo industrial. Incluso cuenta con un tirador de cerveza con tres grifos, un elemento que da un toque especial y auténtico al local y mezcla lo elegante con lo callejero.
“El concepto lo tomamos, en concreto, de la antigua cafetería ‘Hormiga atómica’ de Iruña así como de otras ciudades, donde se aúna librería de pensamiento crítico con gastronomía adecuada a la ciudad en la que estamos, que es Donostia”. Son palabras de Josean Arriola (Iruña, 1974), uno de los propietarios de este espacio de encuentro y acogida de nombre ‘Kaxilda’.
Existe una gastronomía de periferia que lucha por sustraer una pequeña clientela a la fuerza gravitatoria de la capital, en este caso Barcelona. Pueden ser las fondas de pueblo de toda la vida, que siempre han tenido su público, como la Masía Can Ferran de Sant Quirze del Vallés, o bien pequeños restaurantes montados por jóvenes cocineros que plantean otro tipo de cocina, un poco más sofisticada. Buc, justamente de esta misma población, entraría en esta categoría que se podría calificar de bistronomía de extrarradio.