/ Creativa

Dani López y Estela Velasco abrieron Kokotxa en 2002, cuando el cocinero tenía tan solo 27 años. Seis años después, en 2008, ya lograban la estrella Michelin que siguen luciendo.

La capacidad de metamorfosearse de los hermanos Adrià es legendaria. Así que cuando se anunció que a principios de veranos comenzaban un proyecto nuevo junto al Cirque du Soleil en el Ibiza Gran Hotel, la propuesta parecía dotada de una lógica interna indiscutible. Porque la isla es el refugio estival de paladares caros y, a menudo, aburridos, así que estimular las papilas gustativas de un cliente frecuentemente ya sobreestimulado no era sencillo.

Mano Rota es el proyecto tándem de los jóvenes cocineros Bernat Bermudo y Oswaldo Brito. Ambos se conocieron en etapa formativa en la escuela  Hofmann y durante diez años han trabajado en diferentes cocinas de pedigrí llenando el zurrón de experiencia y definiendo su personalidad culinaria. Ahora han decidido hacer de la sinergia virtud y se han puesto a pedalear sincronizadamente.

Dos hermanos que heredan de su padre la pasión por la cocina y la restauración. Simplificando, así podría explicarse el origen de La Taverna del Clínic. El inicio de esta saga de enamorados de la gastronomía lo encontramos en Pepe Simoes, un gallego que se estableció en Barcelona allá por 1973 y que abrió diversos restaurantes.

Lola Marín, chef y propietaria de Damasqueros, es pura pasión y entusiasmo por la cocina y, aunque ella no lo supiera, sobre todo cuando empezó la carrera de Arquitectura Técnica, estaba predestinada a crear su propio restaurante para mostrar al mundo su personalísima visión de la gastronomía, con una apuesta por la cocina tradicional, pero al mismo tiemposorprendente y, en donde prima la sencillez y la delicadeza, pero también el detalle y los sabores rotundos.

El paisaje es lo primero que emociona en la visita al Restaurante Annua, un espacio que cabalga sobre la ria de San Vicente de la Barquera (Cantabria) en su confluencia con el mar. Inmerso en naturaleza virgen, atmósferas variantes, y colores turquesas en todas sus gamas.

Allí cocina la mano mágica de Óscar Calleja en un proyecto compartido con Fernando Pérez Herreros y Wences Rodríguez.

Fue el primer edificio que se construyó en la zona más noble de la Gran Vía madrileña en 1911 en su cruce con la calle de Alcalá. En la actualidad, desde que el Hotel Ada Palace abrió en septiembre de 2009, ha sido un hotel innovador en su funcionalidad ofreciendo propuestas diferentes  a sus clientes y sabiendo cubrir todas sus necesidades y expectativas en cuanto a negocios, actos sociales o cenas románticas.

El Café de Bolsa es mucho más que el restaurante del Hotel Molina Lario del que forma parte. Es un espacio independiente, en pleno centro de Málaga, abierto a todo el que se quiera dejar sorprender por la propuesta gastronómica de Marcos Granados, su Jefe de Cocina.

Hasta hace pocos siglos, la cocina silvestre era la que predominaba en las casas rurales de los pueblos, una cocina que dependía de la flora espontánea y de su recolección in situ. Sin embargo, ahora que el campo ha quedado atrás en pro de la ciudad, hemos olvidado completamente el sabor y los olores de muchas plantas y frutos silvestres.

"Esencia, sobriedad, naturalidad, atemporalidad. Es una búsqueda de nuestros orígenes, de la pureza culinaria". Esa es la filosofía de la que Pere Massana quiso impregnar a su restaurante, Nu (desnudo en catalán). De ahí el nombre.

Situado en lo que era La Confiteria Roca de Girona, el restaurante de Pere Massana tiene un único comedor con una capacidad de 38 cubiertos. Su oferta gastronómica se basa en los platos de pequeño formato, raciones para picar y una barra activa.