Guía sobre cómo marinar carnes y pescados
Marinar y adobar son técnicas culinarias antiquísimas, y, curiosamente, ambas nacidas en un primer momento pensando en la conservación de los alimentos. Se estima que ya en el Neolítico —tras el descubrimiento de la cerámica, un hito tecnológico casi a la altura del dominio del fuego—, los grupos humanos que poco a poco abandonaron la vida nómada para asentarse junto a las tierras de cultivo ya marinaban carnes. Con la llegada de las primeras civilizaciones, marinar y adobar se convirtió en una actividad esencial en las cocinas. Querido lector, imagina una vida sin neveras, imagina que necesitas conservar tus viandas durante meses: está claro que vas a necesitar marinar y adobar. Pero junto a la necesidad de conservar, también se añadió el impulso de gozar y disfrutar.
Por eso en el Antiguo Egipto ya se empleaban mezclas de vinagre, sal y hierbas para preservar carnes y pescados. Estas soluciones, junto con métodos de secado o fermentación, ayudaban a mantener los alimentos comestibles durante las crecidas del Nilo o los viajes largos. Los griegos y romanos usaban vino, vinagre, garum (salsa de pescado fermentado), miel y especias para conservar y aromatizar carnes y pescados. Sería más tarde y en el mundo islámico medieval cuando se combinaron también la canela, el clavo y el comino con ingredientes dulces y ácidos. Y desde entonces hasta hoy, la cosa no ha hecho más que mejorar.
Diferencias entre adobo y marinado
El marinado es una técnica culinaria que consiste en sumergir un alimento crudo, generalmente de origen animal o vegetal, en una solución líquida compuesta por una fase ácida (como vinagre, vino o cítricos), una grasa (aceite, productos lácteos, etc.) y agentes aromáticos (hierbas, especias, vegetales aromáticos).
De esta manera se consigue modificar la textura del alimento por desnaturalización parcial de las proteínas (efecto ablandador), enriquecer el sabor y el aroma y retardar el desarrollo microbiano en algunos casos (McGee, Harold. ‘La cocina y los alimentos’; Belitz, H.-D. et al. ‘Food Chemistry’).
El adobo es una preparación semilíquida o pastosa de carácter ácido y especiado, utilizada como medio de conservación y aromatización, que combina vinagre o vino, sal, grasa (aceite o manteca), pimentón u otras especias, ajo y hierbas secas.
Su aplicación histórica está asociada al tratamiento de carnes, especialmente en contextos rurales o posteriores a la matanza. El adobo puede actuar como preámbulo a la cocción o como parte de un proceso de curación o maduración. (Montanari, Massimo. ‘La comida como cultura’. Crítica; Vega, Xavier Medina. ‘Antropología de la alimentación’).

Componentes básicos de un marinado
Que no nos engañe el hecho de que forma parte del recetario popular desde hace tantos siglos: el marinado es una técnica compleja. La combinación de numerosos ingredientes hace posible innumerables variaciones que tendrán, en cada caso, un sabor, aroma y capacidad de conservación particular. Aun así, podemos sintetizar los grandes grupos de ingredientes habituales según sea su función en la receta:
Ácidos
- Como vinagre, cítricos, vino, fermentados como la cerveza o la kombucha.
Función principal: desnaturalización parcial de proteínas, ablandamiento de la textura y control microbiológico.
Efecto secundario: aportan notas agrias que equilibran grasas o dulzura en el plato.
Grasas
Como aceite, yogur, leche de coco o nata.
Función principal: vehículo de los aromas liposolubles; ralentiza la penetración del ácido y ayuda a equilibrar sabores.
Efecto secundario: proporciona untuosidad y puede proteger los alimentos durante cocciones intensas.
Aromáticos
Como especias, hierbas, ajo, cebolla o jengibre.
Función principal: aporte de identidad gustativa y aromática.
Efecto secundario: algunos tienen propiedades antioxidantes y antimicrobianas (orégano, ajo, clavo).
Otros potenciadores
Como soja, miso, miel, azúcar o alcohol.
Función principal: modulación del sabor (umami, dulzor, caramelo, fermento).
Efecto secundario: favorecen el dorado por reacciones de Maillard o caramelización.

Técnicas, consejos y trucos de cocina
1. Cómo marinar carnes
Ajustar el equilibrio entre ácido, grasa y aromáticos
Un marinado eficaz combina un elemento ácido (para ablandar), un cuerpo graso (para transportar sabores) y condimentos (para perfumar). Proporción básica: 3 partes de aceite por 1 de ácido, más especias al gusto.
Elegir marinados según el tipo de carne
Las carnes más duras (como el vacuno para guiso) se benefician de marinados más ácidas y prolongadas, mientras que las carnes tiernas (como el pollo) requieren marinados más breves y equilibrados para no perder textura.
Aprovechar ingredientes locales y de temporada
Incorporar hierbas frescas, ajos jóvenes, vinos de la región o especias tradicionales no solo mejora el sabor, sino que conecta la receta con su entorno cultural y gastronómico.
Aplicar técnicas complementarias tras el marinado
Algunos marinados están pensados para actuar también como glaseado o para formar costra durante el cocinado (por ejemplo, con miel, yogur o mostaza). Ajusta el fuego y el método de cocción para aprovechar este efecto.
Personalizar la intensidad del sabor según el corte
Cortes con más grasa o colágeno (como la panceta o la aguja) admiten marinadas más intensas y especiadas, mientras que piezas magras (como solomillo o pechuga) agradecen sabores más sutiles.

2. Marinados para pescado
Utilizar marinados ligeros y breves
El pescado requiere un contacto más delicado con el marinado: sabores suaves, tiempos cortos y técnicas que respeten su estructura.
Aprovechar ingredientes aromáticos sin saturar
Hierbas frescas (eneldo, cilantro), cítricos, jengibre o salsa de soja pueden realzar el sabor del pescado sin enmascararlo. Evita combinaciones demasiado agresivas o picantes.
Adaptar el tipo de marinado al método de cocción
Un pescado para parrilla agradece marinados con aceite y especias secas, mientras que para ceviche o escabeche se busca el protagonismo del ácido.
Jugar con texturas y contrastes
Añadir elementos dulces (frutas, miel) o umami (soja, miso) permite contrastar la suavidad del pescado con capas de sabor más profundas, especialmente en preparaciones modernas.
Seleccionar cortes adecuados para cada técnica
Filetes finos o dados pequeños son ideales para marinados rápidos; piezas enteras o lomos gruesos requieren más tiempo y una distribución uniforme del líquido o pasta aromática.

3. Los tiempos de marinado según ingrediente
Los tiempos deben adaptarse a la densidad, porosidad y naturaleza del producto, ya que un marinado excesivo puede alterar negativamente la textura o sabor del mismo.
Pescados blancos
Tiempo recomendado: 15 min – 1 h
Observaciones: Cuidado con el exceso de ácido (se “cuecen” en frío)
Mariscos
Tiempo recomendado: 15 – 30 min
Observaciones: Marinar brevemente; no se recomienda para cocción lenta
Pollo (deshuesado)
Tiempo recomendado: 2 – 6 h
Observaciones: Tiempo mayor si es entero o con piel
Carne roja (ternera, cordero)
Tiempo recomendado: 6 – 24 h
Observaciones: Cortes duros pueden beneficiarse de marinados largos
Verduras blandas (calabacín, berenjena)
Tiempo recomendado: 15 – 30 min
Observaciones: Absorben bien; ideales para asados
Verduras firmes (zanahoria, coliflor)
Tiempo recomendado: 1 – 2 h
Observaciones: Mejor si se cortan finas o se blanquean antes
Tofu / tempeh
Tiempo recomendado: 30 min – 2 h
Observaciones: Absorben bien; conviene presionar el tofu previamente

4. Utensilios recomendados y seguridad alimentaria en los marinados
Los ácidos suelen reaccionar con algunos materiales metálicos. Para evitarlo, es aconsejable utilizar:
- Recipientes de vidrio, cerámica o plástico alimentario: Evitar el metal (excepto acero inoxidable), ya que el ácido puede reaccionar con aluminio o hierro.
- Bolsas tipo zip o al vacío: Reducen la cantidad de líquido necesario y permiten una distribución homogénea.
- Pinzas o guantes limpios: Para manipular alimentos sin riesgo de contaminación cruzada.
Es muy importante también seguir estos consejos generales:
No reutilizar el marinado sin cocción.
No usar los mismos utensilios en comida cruda y cocida sin lavarlos.
- Marinar en refrigeración (4 °C o menos), nunca a temperatura ambiente.
- Lavar manos, superficies y tablas tras manipular carne cruda.
- Etiquetar y fechar los recipientes si se usan marinados preparados o almacenados.

Algunas recetas de adobos caseros
Adobo andaluz clásico (pimentón, orégano, ajo, vinagre)
Descripción: Adobo húmedo típico del sur peninsular, utilizado tradicionalmente para carnes y pescados. Muy aromático, con base ácida y especiada.
Receta básica (para 500 g de carne o pescado):
- 4 dientes de ajo machacados
- 2 cucharaditas de pimentón dulce (o mezcla dulce y picante)
- 1 cucharadita de orégano seco
- 100 ml de vinagre de vino blanco
- 100 ml de agua
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Aplicación: Marinar durante 4–12 h piezas de lomo de cerdo, pollo o cazón. Freír o asar.
Adobo seco (rub) para carnes a la brasa
Descripción: Mezcla de especias y sal que se frota directamente sobre carnes o pescados. No lleva líquidos.
Receta básica para rub universal (barbacoa):
- 2 cucharaditas de pimentón ahumado
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar moreno
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de pimienta negra
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1 pizca de cayena
Aplicación: Frotar directamente sobre costillas, pollo o tofu prensado. Reposar 1 h. Cocinar a la brasa, horno o sartén.
Adobo de cazón (Bienmesabe gaditano)
Descripción: Variante específica del adobo andaluz aplicada al pescado, especialmente al cazón (especie de tiburón), muy popular en la bahía de Cádiz.
Receta básica de adobo para cazón:
- 500 g de cazón troceado
- 3 dientes de ajo majados
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de orégano seco
- 2 cucharaditas de pimentón
- 150 ml de vinagre de Jerez
- 100 ml de agua
- 1 hoja de laurel
- Sal al gusto
Aplicación: Marinar el cazón durante 6–8 h en frío. Escurrir, rebozar en harina y freír en aceite caliente.
Adobo húmedo rápido (versión moderna tipo urban food)
Descripción: Adobo líquido fácil y rápido para carnes o vegetales, pensado para cocina urbana sin tiempos largos de espera.
Receta rápida de adobo húmedo para pollo o vegetales (15–30 min):
- 2 cucharadas de yogur natural
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de comino
- Sal y pimienta al gusto
- Opcional: un poco de miel o mostaza
Aplicación: Mezclar con tiras de pollo, calabacín o berenjena. Dejar reposar 20–30 min. Cocinar en plancha o sartén.

Algunas recetas de marinados internacionales
Ceviche peruano básico
Marinado ácido típico de Perú, basado en cítricos. Ideal para pescados blancos frescos.
Ingredientes (2 personas):
- 250 g de pescado blanco fresco (merluza, lubina, corvina), en cubos
- Zumo de 4 limas
- 1/4 de cebolla morada, en juliana fina
- 1 ají o guindilla roja (opcional), en rodajas
- Unas hojas de cilantro picado
- Sal al gusto
Elaboración:
Coloca el pescado en un bol y añade sal.
Agrega el zumo de lima hasta cubrir.
Añade cebolla, ají y cilantro.
Deja marinar 10–15 minutos en frío (el pescado se "cocina" en el ácido).
Servir frío, idealmente acompañado de maíz cocido o boniato.
Tandoori indio rápido
Marinado especiado y ácido típico del norte de la India, generalmente para pollo, con yogur como base.
Ingredientes (para 2 pechugas de pollo):
- 4 cucharadas de yogur natural
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de pimentón o mezcla tandoori
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 diente de ajo rallado
- 1 trocito de jengibre rallado (opcional)
- Sal al gusto
Elaboración:
Mezclar todos los ingredientes en un bol.
Añadir el pollo en trozos o entero, y cubrir bien.
Marinar mínimo 1 hora (mejor si es 4).
Cocinar a la plancha, horno o sartén con un poco de aceite.

Yakitori japonés casero
Marinado dulce-salado típico de brochetas japonesas (yakitori), ideal para pollo.
Ingredientes (para 2–3 brochetas):
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de mirin (o vino blanco con azúcar)
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharadita de jengibre rallado (opcional)
Elaboración:
Mezclar los ingredientes en un cazo pequeño y calentar 2–3 min hasta que espese un poco.
Marinar trozos de pollo en la salsa 15–30 min.
Ensartar en brochetas y asar a la plancha o parrilla.
Pincelar con la salsa restante mientras se cocina.
Escabeche mediterráneo fácil
Marinado ácido y aromático cocinado, usado para conservar pescados, carnes o verduras. Tradición común en España, Italia y Francia.
Ingredientes (para 2 filetes de pescado o 1 pechuga de pollo):
- 100 ml de vinagre de vino blanco
- 100 ml de aceite de oliva
- 1 diente de ajo laminado
- 1 hoja de laurel
- 1 ramita de tomillo
- Sal y pimienta
Elaboración:
Sofríe el ajo en el aceite unos segundos.
Añade vinagre, hierbas, sal y pimienta.
Cocina el ingrediente (pescado, pollo, verduras) en este líquido durante 10–15 min a fuego suave.
Dejar enfriar en la misma marinada.
Servir frío o templado, incluso al día siguiente.
