Alimentos regenerativos: saludables y sostenibles
El sistema global de producción de alimentos se cuestiona constantemente por su impacto sobre el medio ambiente, la salud del suelo y la biodiversidad. En este contexto, surge el concepto de alimentos regenerativos como una alternativa que asegure la producción sostenible y una alimentación responsable. Este enfoque no solo promueve el cultivo de alimentos, sino también la restauración activa de los ecosistemas agrícolas, contribuyendo a un impacto ambiental positivo y a una alimentación más saludable y equilibrada.
¿Qué son los alimentos regenerativos?
Los alimentos regenerativos provienen de sistemas agrícolas diseñados para restaurar y mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad y reducir el uso de insumos sintéticos (como fertilizantes químicos, pesticidas o reguladores de crecimiento).
Estas prácticas no solo conservan los ecosistemas, sino que pueden contribuir a mejorar el valor nutricional de los alimentos, aunque este aspecto todavía está en investigación. Todo ello va encaminado a crear sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes.
¿Qué impacto medio ambiental genera la agricultura convencional?
El sistema de agricultura convencional prioriza maximizar la producción y se basa en prácticas como:
Uso intensivo de fertilizantes nitrogenados, que pueden empeorar la biodiversidad de la zona, contaminar aguas subterráneas y contribuir a emisiones de gases de efecto invernadero (como el óxido nitroso).
Monocultivos, es decir, producir una sola especie en un espacio y momento determinado. Este modelo favorece la producción a gran escala, pero reduce la calidad microbiológica del suelo, aumenta la vulnerabilidad a plagas y enfermedades, y requiere mayor uso de agua.
Laboreo frecuente del suelo, se realiza con la intención de airear y aflojar el suelo, lo cual altera la estructura, reduce la vida microbiana y aumenta el riesgo de erosión.
En general, son prácticas que conllevan la degradación del suelo, pérdida de biodiversidad, contaminación del agua y mayores emisiones de gases de efecto invernadero.
Prácticas de la agricultura regenerativa
Este enfoque apuesta por trabajar en generar un suelo vivo, equilibrado, dinámico, fértil y resiliente. Incluye prácticas como:
Cultivos de cobertura para proteger la tierra del impacto de la lluvia, evitar la erosión y aumentar la materia orgánica. Es una herramienta que consiste en sembrar determinadas plantas entre los ciclos de cultivo principales.
Diversificar los cultivos mediante rotaciones, asociaciones de especies y cultivos complementarios. Esto ayuda a reducir la vulnerabilidad a plagas y enfermedades, mejorar la fertilidad del suelo e incrementar la resiliencia del sistema agrícola.
Gestión holística del pastoreo, que mueve al ganado de forma planificada entre distintas parcelas para imitar los patrones naturales de pastoreo. Tiene el objetivo de mejorar la infiltración del agua, aumentar la fertilidad del suelo y estimular el crecimiento de vegetación.
Reducción del laboreo (trabajos mecánicos que se realizan sobre el suelo agrícola antes de sembrar) ya que ayuda a preservar la estructura del suelo, así como su comunidad biológica.
Beneficios de los alimentos regenerativos
Para la salud
Los alimentos obtenidos bajo sistemas regenerativos pueden tener una mayor concentración de micronutrientes, antioxidantes y ácidos grasos beneficiosos. En cambio, suelen presentar menos residuos de pesticidas y nitratos en comparación con los alimentos convencionales (provenientes de sistemas altamente intensivos). Todo ello puede tener un impacto positivo en la prevención de enfermedades crónicas y en la promoción de un estilo de vida saludable.
Para el medio ambiente
Elegir alimentos regenerativos en comparación con los producidos mediante agricultura convencional incluyen la reducción de la huella de carbono, el aumento de la biodiversidad (vegetal, animal y microbiana) y la mejora de la salud del suelo haciéndolo más resiliente al cambio climático y a condiciones atmosféricas severas.
Para la sociedad
En general, una agricultura regenerativa promueve la consolidación de comunidades rurales reforzando la autosuficiencia, la economía local y una producción alimentaria más justa.
Dieta consciente y sostenibilidad
Optar por alimentos regenerativos puede formar parte de una dieta consciente, es decir, un tipo de alimentación que considera no solo la calidad nutricional sino también el origen, el impacto ambiental, ético y social de los alimentos que se consumen.
En esta línea, el concepto de gastronomía sostenible hace referencia a la aplicación de los principios de sostenibilidad a lo largo de todo el proceso alimentario: desde la producción y el transporte de los alimentos hasta su preparación y consumo. Su objetivo es reducir el impacto medioambiental, conservar la biodiversidad, fomentar sistemas alimentarios más justos y velar por la salud de los consumidores. También se caracteriza por la elección de alimentos locales y de temporada, así como reducir el desperdicio alimentario y priorizar ingredientes obtenidos mediante prácticas respetuosas con los ecosistemas, como las de la agricultura regenerativa.
Ejemplos de alimentos regenerativos
Para considerarse alimento regenerativo, lo importante es cómo se ha producido. Por ejemplo:
Verduras y hortalizas cultivadas con compost, cultivos de cobertura y rotaciones diversificadas.
Frutas provenientes de huertos agroecológicos.
Cereales integrales producidos sin laboreo intensivo.
Legumbres procedentes de rotaciones diversificadas.
Frutos secos obtenidos en sistemas agroforestales que combinan cultivo, árboles y conservación de la biodiversidad.
Carne y productos lácteos de animales criados con sistemas de pastoreo holístico y sin uso de insumos sintéticos.
Huevos de gallinas criadas en sistemas de pastoreo móvil o regenerativo.
Aceites elaborados a partir de cultivos gestionados con prácticas regenerativas.
Conclusión: hacia una alimentación consciente y sostenible
En definitiva, los alimentos regenerativos forman parte de una visión transformadora de la agricultura y la alimentación. Adoptar este modelo supone un reto y un cambio profundo importante respecto a la agricultura convencional, ya que implica repensar la forma de cultivar y consumir alimentos. No obstante, cada vez hay una mayor conciencia social sobre el impacto medioambiental de la producción de alimentos y la necesidad de cambio en la alimentación del futuro. En este contexto, los alimentos regenerativos se consideran como una oportunidad para avanzar hacia una alimentación más responsable y un modelo agrícola que regenere los ecosistemas.