/ De mercado
Por la cocina de este restaurante han pasado cocineros de la talla de Pablo Caballero y de Carlos Caballero (ex Top Chef), lo que muestra la preocupación de Antonio García, el propietario y gerente, por dar un servicio de mucha calidad. De hecho, el equipo de cocina tiene un activo de diez cocineros, y más de la mitad de ellos se han curtido en restaurantes con estrella Michelin, algo que les permite mucha versatilidad y un laboratorio I+D diario para probar nuevos platos.
En temporada, El Brote es una referencia imprescindible en Madrid. Su propietario, Eduardo Antón, es una de las personas que más saben sobre setas en España. Pocos pueden presumir de un conocimiento tan profundo sobre ellas. Tras muchos años de venderlas decidió abrir una taberna en la calle Chile, en Chamartín, que pronto se convirtió en lugar de culto para los devotos de este producto. Lamentablemente acabó cerrando.
La afición por combinar los sabores de mar y montaña es todo un clásico en Cataluña. Y el restaurante SensEspina le ha dado una vuelta más para incluir en su oferta, basada en pescado fresco, platos que combinan el producto del mar con las setas.
Abierto hace apenas seis meses, en pleno centro de Barcelona y al lado de su hermano mayor, el aclamado Mont Bar, se yergue el Mediamanga. Comparten esquina en la calle Aribau con Diputación, y también chef, el italiano Domenico Ungaro, que lleva más de diez años en España y se ha formado en las cocinas de Joan Roca i Jordi Vilà, entre otros.
Porque la palabra Pitanza hace referencia al mundo gastronómico. De hecho, ésta ya aparecía en los textos de El Quijote como sinónimo de comida. Circunstancia que nos da una pista de lo que nos vamos a encontrar en este restaurante familiar que se encuentra ubicado en el casco antiguo de la ciudad. Y es que La Pitanza es tradición, cuchara y sobre todo buena gastronomía de la mano de Belén.
Sara Reixach y Víctor Burgués fueron de los primeros en instalarse en el, cada vez más foodie, Passeig de Sant Joan barcelonés. Su intención era abrir una vermuteria moderna, con latas y conservas de toda la vida y platillos elaborados. Pero la ilusión por el proyecto y, especialmente la estructura y las grandes dimensiones del local, les abocaron a crear lo que ahora conocemos como ChichaLimoná, un restaurante que, en realidad, son dos.
La historia del restaurante Can Rectoret, una masía del siglo XVI, es la historia de cinco generaciones de su familia, nos cuenta Dídac García Carreté. Su tatarabuelo Jaume se dedicaba al ganado, a la huerta y a la elaboración de vino. Él vivió la construcción de la carretera que pasa por delante de la masía y que une Sabadell y Santa Perpetua de Moguda.
El local en el que se halla la Bodega Sepúlveda es uno de esos lugares históricos que afortunadamente todavía se mantienen abiertos en la ciudad de Barcelona, como contrapunto al alud de establecimientos “modernos”, muchos de ellos totalmente impersonales, que se están imponiendo en las últimas décadas.
Son jóvenes, atrevidos y tienen muchas ganas de hacerse un hueco en la escena gastronómica gerundense. Con una magnífica terraza en el Barri Vell, alejada unos metros del bullicio de la ciudad, L’Escabetx se convierte en un remanso de tranquilidad y buena cocina de cualquier parte del mundo con una carta cambiante en la que no hay que dar nada por sentado.
Laura y Marta Benito llevan más de 30 años sin separarse la una de la otra. Siempre han compartido colegio, amigos, carrera y aficiones. Como a ellas les gusta decir son el ‘cap i cua’ (cabeza y cola) de un todo que les mantiene unidas desde el mismo momento de nacer. Y ahora, a su historia tanto personal como profesional, han añadido un nuevo capítulo: la reciente inauguración de Casa Capicúa.