/ Cocina creativa

De la unión personal de dos cocineros leoneses nace el restaurante Cocinandos, una propuesta de cocina creativa a partir del mejor producto de proximidad de la región.
Esta masía abre sus puertas para eventos de empresa entre semana y para bodas los fines de semana, con seis menús diferentes que se pueden combinar con dos entrantes y dos platos principales de una cocina vanguardista y concienciada con el producto de proximidad y la tradición de la tierra.

Més que Tapes”. El nombre del restaurante ya lo dice todo: aquí podrás saborear unas propuestas que van más allá de las tapas clásicas. El chef Roger Murtró nos seduce con un vendaval de pequeñas degustaciones, una reinterpretación de algunas tapas tradicionales y bocados de autor, la mayoría para comer directamente con las manos. Cuando llegan a la boca, un oleaje de sabores inunda el paladar. 

El bilbaíno Borja Moncalvillo ha ganado hasta en tres ocasiones el título de Mejor Cocinero de Cantabria, pero es feliz dando servicio al pueblo con un menú diario de los “de toda la vida”. La vertiente más creativa la muestra en un vistoso degustación de emplatados singulares.

Además del tercer mejor cocinero de España en el Campeonato Nacional de Gastronomía celebrado a finales del año pasado y ganador del concurso extremeño de gastronomía durante dos años consecutivos, Antonio Luis Falcón es chef y propietario del restaurante Agallas Gastro & Food en Mérida: un restaurante con una propuesta innovadora y creativa. “Trabajamos un producto de aquí con especias de allí, o un producto de allí con técnicas de aquí.

El restaurante Estirpe es un viaje gastronómico a un remanso de paz y tranquilidad, donde la gastronomía confluye con la historia, la cultura y el territorio.

Vivimos tan deprisa, sin detenernos ni un solo instante, que muchas veces nos dejamos engañar por una media verdad que en realidad no es más que un acertado eslogan de marketing. Por contra, existe un refranero que, además de popular, es un compendio de frases auténticas, donde la veracidad no necesita ninguna “prueba del algodón”. Bueno sí, una: comprobar la certeza del dicho.

A las clásicas de leche, huevo y canela se suman las torrijas de chocolate, las de horchata o las veganas. Variedades para todos los gustos y paladares del dulce por excelencia en Semana Santa. Descubrimos varias creaciones originales de este popular postre.
El cocinero Victor Gamero ofrece en el Mercado de Triana bocatas gourmet con molletes de Marchena y originales rellenos.
Productos locales desde una mirada cosmopolita, mix de técnicas de siempre y vanguardistas, cocina de la memoria puesta al día en una propuesta contenidamente creativa plena de picos de sabor con pinceladas de otras cocinas del mundo. Eso es la cocina de Juan Guillamón.

Cuando uno entra en el enorme local de Papúa, en los bajos de la céntrica plaza de Colón de Madrid, tiene la sensación de estar en uno más de esos sitios de moda que proliferan en las grandes ciudades en los que lo más importante no es la comida sino la decoración y un tipo de público más pendiente de ver o ser visto que de los aspectos gastronómicos. Sin embargo en este restaurante inaugurado hace pocas semanas, no se come nada mal.

"Tengo un hambre voraz". Esta frase, que en más de una ocasión hemos pronunciado, ha servido de inspiración a Borja Mendoza para bautizar a su restaurante, Boraz. Lo ha hecho de forma original, cambiando la V por la B, inicial de su nombre. Esa originalidad la plasma también en su coqueto local, que fusiona el estilo vintage con lo industrial. Incluso cuenta con un tirador de cerveza con tres grifos, un elemento que da un toque especial y auténtico al local y mezcla lo elegante con lo callejero.

Un local con historia es el romántico entorno para los platos mediterráneos y las fondues de La Cua Curta.

La capacidad de metamorfosearse de los hermanos Adrià es legendaria. Así que cuando se anunció que a principios de veranos comenzaban un proyecto nuevo junto al Cirque du Soleil en el Ibiza Gran Hotel, la propuesta parecía dotada de una lógica interna indiscutible. Porque la isla es el refugio estival de paladares caros y, a menudo, aburridos, así que estimular las papilas gustativas de un cliente frecuentemente ya sobreestimulado no era sencillo.

"Esencia, sobriedad, naturalidad, atemporalidad. Es una búsqueda de nuestros orígenes, de la pureza culinaria". Esa es la filosofía de la que Pere Massana quiso impregnar a su restaurante, Nu (desnudo en catalán). De ahí el nombre.

Situado en lo que era La Confiteria Roca de Girona, el restaurante de Pere Massana tiene un único comedor con una capacidad de 38 cubiertos. Su oferta gastronómica se basa en los platos de pequeño formato, raciones para picar y una barra activa.