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Abierto en pleno barrio madrileño de Salamanca, a un paso de El Retiro, Allegra encaja con ese modelo de restaurantes de moda que buscan un público de gente guapa y extranjeros de alto poder adquisitivo, más preocupados de que el sitio sea bonito y de ver y ser vistos que de lo que les sirven en el plato. 

Abierto tras el verano en el barrio de Salamanca, Sargo se autodenomina “el arrecife de Madrid”, aunque su oferta no se ciñe exclusivamente a mariscos y pescados y se amplía a otros productos, incluido un notable apartado de carnes. Podríamos hablar mejor de cocina de producto, de producto gallego principalmente ya que pescados y mariscos llegan directamente de las lonjas de aquella región y las carnes, de raza rubia gallega, de un matadero allí situado.

En los últimos años, Rafa Zafra se ha hecho, por méritos propios, un hueco destacado en el mundo del pescado y el marisco de “alta gama”.

Los dos locales están a menos de cien metros. Ricardo Acquista lo comenta y lo celebra. Su nueva apertura, Rural, con poco más de una semana, está funcionando igual de bien que lo hizo la primera, Estimar. “Sí, es verdad que hemos tenido suerte con Madrid”, confiesa rápidamente. Acquista, junto a su socio, hermano y compañero, Rafa Zafra, ha conseguido imprimir una identidad a sus espacios que muchos querrían para sí mismos. 

Conseguir unas croquetas líquidas no es tarea fácil: el proceso conlleva vigilar mucho la bechamel, equilibrar muy bien la receta, conseguir una fritura cuidadosa y no morir en el intento. En Dis Tinto Taberna, situada en la Calle Medinaceli de Madrid, estas croquetas líquidas se han convertido en su plato más vendido y en un icono de su oferta gastronómica

Tapeo, picoteo, cuchareo y, como no, cañeo. Todo vale para sentirse como en la barra de tu bar favorito. En Gastronosfera te contamos lo que han hecho cuatro neotabernas de Madrid para que en tiempos de desescalada disfrutes de lo más selecto de sus fogones sin moverte de casa.
No te muevas de casa, ellos te lo llevan mediante delivery. Son cinco de los locales de street food más importantes de Madrid, donde la hamburguesa es la reina absoluta. Propuestas que conseguirán transportarte a otro tiempo y lugar, cuando las calles de ciudades como Nueva York o Caracas se encontraban inundadas de food trucks.
Parece que el 'delivery' ha llegado para quedarse en esta Nueva Normalidad que nos espera a la vuelta de la esquina. Estos días de confinamiento están permitiendo ver cómo algunos restaurantes y pequeños comercios se van adaptando al insólito panorama. Algo excepcional que también está ayudando a que los usuarios conecten con muchos de esos lugares que formaban parte de sus vidas hasta hace solo siete semanas.
Fabada, lentejas, cocido madrileño... Aquí te damos una lista de los mejores platos de cuchara de Madrid. ¿Con cuál te quedas?

A un paso de la Gran Vía, Hattori Hanzo llevó hace tres años a Madrid el concepto de izakayas o tabernas japonesas, espacios informales en los que comer pequeños bocados tradicionales que recuerdan a nuestras tapas.

Situado en el hotel Axel, en la calle de Atocha, este nuevo restaurante supone el desembarco en Madrid de la familia Iglesias, propietaria, entre otros, de Rías de Galicia, para mí la mejor marisquería de Barcelona, y socios de Albert Adriá en sus establecimientos de El Barri en la Ciudad Condal.

Gumbo es el nombre de la sopa o guiso de verano en la cocina de Nueva Orleáns que está reconocido como una de las grandes contribuciones de la gastronomía de Luisiana a la cocina norteamericana.

En el corazón castizo de Madrid, frente a la popular plaza de las Vistillas, a un paso de la catedral de la Almudena y del Palacio Real, Casa Piluca mantiene la esencia de las viejas casas de comidas, esas que han conservado la identidad de la cocina tradicional madrileña incluso en los años en que parecía condenada a desaparecer.

Ibán González es la cara más visible de un trio de socios compuesto además por Leire Velasco y Marino Cid. El primero, fue el gerente durante los últimos diez años de vida del restaurante Samurai, un japonés que durante quince años se ubicó en la Cuesta de Santo Domingo, del que precisamente Marino, empresario de otros negocios ajenos a la hostelería, era su cliente. Cuando se cerró el establecimiento, empezaron a gestar la idea de una nueva apertura para no perder lo aprendido y lo disfrutado. Y ahora empiezan a vivir esta emocionante realidad.

José María Aguilar y su mujer Isabel, abrieron el Naif Madrid Burger&Bar local de aire hípster en el barrio madrileño de Malasaña el 12 de diciembre de 2011, el día de Nuestra Sra. de Guadalupe (el que Isabel sea mejicana, algo tendría que ver para la elección de esta fecha). Anteriormente habían tenido un bar de tapas en la calle del Barco, cuando el barrio todavía no era lo que es hoy.

No cesan las aperturas en Madrid. Una de las últimas es este Albertina que se ha estrenado hace unas semanas en la calle de Alberto Alcocer. Un local amplio, con una atractiva terraza exterior y un comedor de tamaño medio al fondo en el que no estaría mal que, al menos a mediodía, se redujera el sonido de la música ambiental.

La transformación de los antiguos bares en modernos espacios con una oferta de tapas creativas, más próximas a lo que se ha dado en llamar "cocina en miniatura", es ahora un fenómeno habitual. No lo era tanto cuando allá por el año 2001, en la plaza de Puerta de Moros, en el Madrid más castizo, abría sus puertas Juana la Loca, pionero por tanto en este modelo.

La Atrevida es un restaurante que surge de la colaboración entre uno de los mejores cocineros que ejercen en Madrid, Óscar Velasco, con dos estrellas Michelin en Santceloni, y el empresario Vicente Lorente, cabeza visible del grupo La Colección de Gastronomía del que el chef segoviano es socio y director gastronómico.

Suma y sigue el grupo La Máquina. Son ya quince los restaurantes que gestionan en la actualidad en Madrid. El último este El Jardín de La Máquina, situado en El Plantío, en la salida noroeste de la capital. Un espacio muy especial, en una casa de campo rodeada por un gran jardín, que supone un paso más en el imperio gastronómico que maneja la familia Tejedor en poco más de tres décadas.

Con este son ya seis los restaurantes que David Lecanda tiene abiertos en Madrid. Lecanda, un vasco asentado en la capital desde hace dos décadas, abrió primero El Pimiento Verde, un asador al estilo guipuzcoano que ahora ya cuenta con cuatro establecimientos funcionando con gran éxito.

Habitualmente no es fácil comer bien, o al menos razonablemente bien, en los museos. El Centro de Arte Reina Sofía de Madrid ha hecho un esfuerzo por romper esa tradición incorporando dos espacios gastronómicos donde el nivel de cocina es bastante satisfactorio.

Pepa Muñoz se define a sí misma como cocinera "autodidacta". Tras trabajar junto a su madre, Aurora Muñoz, primero en la Casa de Córdoba y más tarde en El Qüenco de la calle Alberto Alcocer, que más de 30 años después de su apertura sigue siendo un referente de la cocina andaluza en Madrid, Pepa decidió independizarse y abrió su propio restaurante.

A principios de este año que termina abría sus puertas Pink Monkey, un restaurante informal centrado en una cocina de fusión inspirada en ese "street food" tan popular en muchos países de Asia y de América. Detrás del proyecto, Jaime Renedo, un joven cocinero que ya sorprendió en Madrid hace una década cuando con tan sólo 22 años abrió Asiana, un modelo diferente a lo que se había visto hasta aquel momento en la capital.

La cocina italiana siempre ha gozado del favor de los españoles. Tiene muchos puntos en común con la nuestra. Al fin y al cabo dos cocinas mediterráneas que comparten ingredientes y filosofía. Por suerte, en los últimos años ha ido creciendo la relación de restaurantes cuya oferta gastronómica se acerca cada vez más a la autenticidad del recetario trasalpino.