/ Restaurantes en barcelona
En 2016 visitamos uno de estos locales a los que, especialmente cuando llega el verano, apetece volver: Tibu-ron Beach Club. Ubicado en primera línea de mar, en el municipio de Castelldefels (Barcelona), este es uno de los mejores ejemplos de que en las playas del Baix Llobregat se cuece una gastronomía que no nos debería pasar desapercibida.
A pesar de no llegar a la cuarentena, la xef Carlota Claver lleva ya unas cuantas décadas tras los fogones. Empezó capitaneando los dos restaurantes familiares, situados en el Eixample barcelonés, y ahora lo hace desde su propio restaurante La Gormanda, ubicado en la misma zona de la ciudad, en lo alto de la calle Aribau.
Mishima abrió sus puertas el año 2013 en plena zona nobilísima de la ciudad -los viejunos recordamos cómo en ese lugar se alzaba el estadio de Sarrià, el antiguo campo del RCD Espanyol-.
¿Qué hace de un lugar modesto e incómodo, alejado del centro de la ciudad, sea uno de los establecimientos con más éxito de Barcelona? La respuesta es sencilla: la calidad de su cocina. En Granja Elena, situado en el Paseo de la Zona Franca, se come muy bien. Ni más, ni menos. Y todo gracias a un cocinero de primer nivel, Borja Sierra, hijo de los fundadores de esta casa.
Por si el nombre dejaba alguna duda, los carteles y fotogramas colgados en las paredes del local lo confirman: este es un homenaje al actor neoyorquino John Turturro. Y por este motivo Turturro’s es una hamburguesería callejera, desenfadada, sin pretensiones, acogedora y con ese punto cosmopolita de las grandes ciudades americanas. Pero eso sí, como buena hamburguesería con referencias yanquis, aquí la calidad de los ingredientes es lo que prima.
Un molino auténtico, con sacos de harina y grano ecológico que se muele allí mismo, y un agradable olor a pan recién hecho dan la bienvenida a Ametller Origen Mercat d'Autors, un mercado gastronómico con una oferta culinaria de lo más apetecible que empieza por el pan. Delante del molino, un escaparate en el que lucen infinidad de suculentas variedades de pan elaboradas con masa madre.
La brasa y los hornos Josper
La brasa nos fascina a muchos, probablemente por su relación directa con la primera cocina. En las cuevas paleolíticas primero fue el fuego y tras el fuego siempre llegan las brasas. Los seres humanos nacimos cocinando en brasa y a algunos su olor nos hace salivar, perdemos el control y se nos sube el paladar a la cabeza.
La zona alta de la capital catalana está de enhorabuena, y es que Casa Tejada (Tenor Viñas, 3) ha abierto de nuevo, hace apenas unos días, su espectacular terraza de aires marineros.
De la clásica ensaladilla rusa a las croquetas de jamón, la chistorra navarra, los callos o los huevos estrellados con chipirones. A esta apetitosa propuesta de picoteo de Bar Lorenzo se suman platos tan suculentos como la costilla de vaca vieja, el steak tartar y las mollejas de ternera.
No nos estamos equivocando demasiado si decimos que Bistrot Bilou es el único (o casi) restaurante de Barcelona que a día de hoy elabora el “pâté en crôute”, una receta tradicional de la cocina francesa que consiste en un paté cocido al horno, elaborado con foie gras y un combo de carnes marinadas, setas, pistachos, gelatina de oporto y armañac, y que se recubre con hojaldre. Una delicatessen que requiere dos días de elaboración y el uso de un molde-terrina especial que solo se fabrica en Francia. Pura artesanía culinaria.
Marc Puente tiene una larga trayectoria en el sector de los quesos y del producto gourmet: durante muchos años fue distribuidor y en 2014 abrió en Sant Adrià del Besòs, su ciudad de residencia, una pequeña tienda de quesos en la que también vendía algunos vinos y jamones. Al año, incorporó cuatro mesas para hacer degustaciones y todo se transformó. Tuvo que descubrir zonas de su local que estaban cerradas para colocar más mesas y así fue como D’Origen, además de tienda, pasó a ser un cheese bar.