Receta de huevos tontos
La receta huevos tontos es uno de esos tesoros culinarios que hablan de ingenio, austeridad y tradición. Forma parte de los platos clásicos españoles que nacen de la necesidad de aprovechar lo que había en la despensa, en este caso el pan duro que nunca faltaba en las casas. Esta preparación sencilla refleja como pocas la cocina tradicional española, donde la creatividad se imponía a la escasez, logrando transformar ingredientes básicos en un bocado reconfortante.
Aprender cómo hacer huevos tontos es una manera de mantener viva la memoria gastronómica. Además, es una receta que se presta a la improvisación: se puede añadir perejil fresco, ajo picado o incluso restos de verduras. Crujientes por fuera y tiernos por dentro, los huevos tontos demuestran que la sencillez también puede ser deliciosa.
Con qué acompañar los huevos tontos
Los huevos tontos se pueden servir como entrante, guarnición o plato principal en una comida ligera. Acompañan bien a ensaladas frescas, sopas suaves o guisos de carne. También se disfrutan solos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra o una salsa casera de tomate.
Ingredientes para los huevos tontos
Nº de comensales
4- 200 g de pan duro
- 2 huevos
- 150 ml de leche
- 1 diente de ajo
- 1 ramita de perejil fresco
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva suave para freír
- Dificultad: Fácil
Utilizar pan duro del día anterior para que absorba bien la leche.
Dejar reposar la masa unos minutos antes de freír para que se compacte.
Freír en aceite abundante y caliente para lograr un exterior dorado y crujiente.
Escurrir en papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Añadir un poco de perejil fresco para un toque aromático y colorido.
Cómo hacer huevos tontos
Trocear el pan duro en un cuenco amplio.
Verter la leche sobre el pan y dejar reposar hasta que se ablande.
Batir los huevos y añadirlos a la mezcla.
Picar el ajo y el perejil y agregarlos a la preparación.
Salpimentar y remover hasta obtener una masa homogénea.
Formar pequeñas porciones con ayuda de una cuchara.
Calentar abundante aceite de oliva en una sartén.
Freír los huevos tontos hasta que estén dorados por ambos lados.
Retirar y escurrir sobre papel absorbente.
Servir calientes como entrante, guarnición o plato principal.
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