
Receta de almogrote canario
El almogrote canario es un emblema de la isla de La Gomera y uno de los platos tradicionales de Canarias que mejor resume la identidad de la gastronomía insular. Se trata de un mojo espeso elaborado con queso curado —generalmente de cabra—, pimientos secos, ajo y aceite de oliva, cuya textura lo convierte en un untable perfecto para compartir en la mesa.
La historia del almogrote está ligada a la cultura pastoril de la isla, donde el queso siempre ha sido un producto fundamental. Ante el excedente de quesos muy curados y duros, los gomeros idearon esta preparación para darles nueva vida, mezclándolos con especias y pimientos para obtener un sabor potente y duradero. Así nació la receta del almogrote, ejemplo de ingenio y aprovechamiento.
Hoy en día, el queso canario hecho almogrote se mantiene como protagonista en fiestas, bares y casas familiares, servido sobre pan tostado o como guarnición de carnes y papas arrugadas. Un bocado que condensa tradición, memoria y la autenticidad de la cocina gomera.
Con qué acompañar el almogrote
El almogrote se disfruta sobre rebanadas de pan tostado o pan de leña, pero también es un acompañamiento perfecto para papas arrugadas, carnes a la brasa y pescados blancos. En tapas y picoteos, resulta imprescindible junto a un buen vino de la tierra.
Ingredientes del almogrote
Nº de comensales
4250 g de queso curado de cabra canario
2 pimientos rojos secos
2 dientes de ajo
100 ml de aceite de oliva virgen extra
1 guindilla (opcional)
1 cucharadita de pimentón dulce
Sal al gusto
Utilizar queso de cabra canario bien curado para lograr el sabor auténtico.
Hidratar previamente los pimientos secos para suavizar su textura.
Ajustar la cantidad de ajo y picante al gusto de cada comensal.
Triturar hasta obtener una pasta homogénea, ni demasiado líquida ni excesivamente seca.
Conservar en un tarro hermético en el frigorífico, cubierto con un poco de aceite de oliva.
Cómo preparar almogrote
Poner en remojo los pimientos secos durante unas horas hasta que se ablanden.
Retirar las semillas y trocear.
Pelar los ajos y reservar.
Rallar o trocear el queso curado en piezas pequeñas.
Colocar el queso, los pimientos, el ajo y el pimentón en un mortero o batidora.
Triturar lentamente mientras se añade el aceite de oliva en hilo fino.
Ajustar de sal y, si se desea, incorporar la guindilla para dar picante.
Continuar triturando hasta lograr una pasta densa y homogénea.
Servir en un cuenco acompañado de pan tostado o como guarnición.