Cómo hacer croquetas de queso cremosas y crujientes

Receta de croquetas de queso
Pocas preparaciones combinan la sencillez con la sofisticación como lo hacen unas buenas croquetas cremosas, y estas croquetas de queso caseras son la respuesta perfecta cuando buscamos un bocado que lo tenga todo: textura, intensidad y un aroma que conquista desde el primer instante.
La receta de croquetas que aquí proponemos emplea una mezcla de quesos que aportan matices y funden con facilidad, creando el centro perfecto para este aperitivo de queso que se deshace al primer mordisco. Además, esta receta de croquetas crujientes es ideal para preparar con antelación: se pueden congelar una vez empanadas y freír directamente cuando se necesiten. Así, siempre tendrás a mano una solución deliciosa para cualquier ocasión.
Con qué acompañar las croquetas de queso
Estas croquetas combinan a la perfección con un vino blanco seco o una cerveza artesanal ligera. También pueden servirse junto a una ensalada verde con vinagreta de mostaza, que equilibra su cremosidad. Si prefieres algo más contundente, unas tiras de jamón ibérico o una mermelada de cebolla caramelizada aportan un contraste exquisito. En contextos más informales, sírvelas con una salsa suave de yogur y hierbas o un alioli ligero para mojar.
Ingredientes para las croquetas de queso
Nº de comensales
4- 50 g de mantequilla
- 60 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- 100 g de queso semicurado rallado
- 30 g de queso parmesano rallado
- Sal y pimienta al gusto
- Nuez moscada (opcional)
- 2 huevos
- Pan rallado
- Aceite de oliva para freír
- Dificultad: Fácil
Elige buenos quesos: una mezcla de queso semicurado y un toque de queso azul o parmesano potencia el sabor sin que resulte excesivo.
Bechamel sin grumos: cocina la harina unos minutos antes de añadir la leche, y bate continuamente para lograr una textura sedosa.
Reposo obligatorio: deja enfriar la masa en la nevera al menos 4 horas, idealmente toda la noche, para facilitar el momento de formar las croquetas.
Empanado doble: pasa cada croqueta por huevo y pan rallado dos veces para una textura más crujiente.
Freír con el aceite muy caliente (180 °C): así evitarás que se abran y lograrás esa costra dorada que las hace irresistibles.
Congelación práctica: empanar y congelar antes de freír es una excelente opción para tener un aperitivo listo en minutos.
Cómo preparar croquetas de queso
Derretir la mantequilla en una sartén a fuego medio.
Añadir la harina y cocinar 2-3 minutos sin dejar de remover.
Incorporar la leche poco a poco, batiendo con varillas para evitar grumos.
Cocinar hasta obtener una bechamel espesa y suave.
Añadir los quesos rallados y remover hasta que se fundan.
Salpimentar al gusto y añadir nuez moscada si se desea.
Verter la mezcla en una fuente, cubrir con film y dejar enfriar en la nevera mínimo 4 horas.
Formar las croquetas con las manos o dos cucharas.
Pasar por huevo batido y pan rallado, repitiendo el proceso para un empanado doble.
Freír en aceite caliente hasta que estén doradas.
Escurrir sobre papel absorbente y servir calientes.