
Cómo preparar coleslaw
Cuando el calor aprieta y el cuerpo pide algo fresco, ligero y sabroso, pocas cosas resultan tan satisfactorias como una buena ensalada americana. La coleslaw —más conocida en español como ensalada de col y zanahoria— es un clásico infalible de la gastronomía del sur de Estados Unidos. Su combinación de col rallada con mayonesa y un toque avinagrado crea una textura crujiente y un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez que hace que combine de maravilla con carnes a la brasa, pescados o bocadillos.
Aunque de origen humilde, esta ensalada ha trascendido fronteras y se ha convertido en un básico de cualquier reunión veraniega al aire libre. Su preparación es rápida, económica y adaptable: admite variantes con yogur, mostaza, manzana o incluso comino, pero la base siempre es la misma y no falla: col blanca finamente rallada, zanahoria cruda y un aliño cremoso que puede ir desde la clásica mayonesa hasta combinaciones más ligeras con vinagre o zumo de limón.
Más allá de su sabor y textura, lo que convierte a la coleslaw en un acompañamiento imprescindible es su capacidad de refrescar platos contundentes. Una hamburguesa, un costillar ahumado o una mazorca de maíz a la brasa alcanzan otra dimensión cuando se sirven junto a una buena porción de ensalada de col y zanahoria.
En esta receta te mostramos cómo preparar una versión clásica, perfecta para cuatro personas, pensada para acompañar tus comidas estivales y enriquecer tu repertorio de acompañamientos para barbacoas. ¡Que no falte nunca en tu mesa esta delicia americana!
Qué acompaña la coleslaw
Como hemos dicho, la coleslaw es la compañera ideal para platos intensos y calientes. Su frescura contrasta con las carnes asadas, hamburguesas, costillas de cerdo, perritos calientes o incluso pollo frito. No sólo aligera el conjunto, sino que también aporta un contraste de texturas y temperaturas muy atractivo. Además, funciona muy bien en sándwiches, bocadillos o incluso como guarnición en tacos de pescado o platos de cocina tex-mex. En eventos veraniegos, sirve como alternativa a las ensaladas verdes, aportando más cuerpo sin dejar de ser ligera.
Ingredientes para la coleslaw
Nº de comensales
4300 g de col blanca
1 zanahoria grande
4 cucharadas de mayonesa
1 cucharada de yogur natural (opcional)
1 cucharadita de vinagre de manzana
1 cucharadita de azúcar
Sal y pimienta al gusto
Unas gotas de zumo de limón (opcional)
- Dificultad: Fácil
Elegir una col fresca: cuanto más crujiente y firme esté, mejor textura tendrá la ensalada.
Rallar fino: usa una mandolina o cuchillo afilado para lograr tiras delgadas, lo que ayuda a que el aliño penetre bien.
Dejar reposar: una vez mezclada, déjala en la nevera al menos 30 minutos antes de servir para que los sabores se integren.
No sobrecargar de mayonesa: busca un equilibrio entre cremosidad y ligereza. Puedes cortar la mayonesa con yogur natural o vinagre.
Añadir un punto dulce: una pizca de azúcar o una cucharadita de miel realza el sabor sin empalagar.
Prepararla el mismo día: aunque puede aguantar en la nevera, lo ideal es consumirla el día que se prepara para mantener el frescor y el crujiente.
Cómo preparar coleslaw
Lavar y secar bien la col.
Rallar la col en tiras finas.
Pelar y rallar la zanahoria.
En un bol grande, mezclar la mayonesa, el yogur, el vinagre, el azúcar, sal, pimienta y limón si se desea.
Añadir la col y la zanahoria ralladas al bol y mezclar bien.
Tapar y dejar reposar en la nevera durante al menos 30 minutos antes de servir.
Servir fría como acompañamiento o entrante.