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La mezcla de las dos palabras, Brasa y Tinto, hace referencia al concepto buscado por Gabriel Rodríguez, propietario del restaurante. “Al principio tenía en mi mente un concepto únicamente de brasas acompañado de un buen vino tinto”. De ahí el nombre del restaurante, aunque también nos explica que a la vez es un guiño a su otro restaurante, Un Tinto en la Cueva (La Matanza de Acentejo) una tasca canaria en la que, desde 2019, el comensal puede encontrar desde platos tradicionales hasta creaciones modernas.
Carlos Padilla Ponce es el jefe de cocina de El Santo en Las Palmas de Gran Canaria. Desde su apertura en 2017, su propuesta ha ido evolucionando hasta convertirse en el restaurante que puede visitarse ahora — uno reconocido y recomendado por la guía Michelin, con un malagueñi al frente que acudió a Gran Canaria para surfear hace 8 años, pero cayó enamorado de la isla y terminó quedándose.
¿Empezaste a cocinar nada más llegar a Gran Canaria o todo esto vino después?
Francisco Ramos viene del mundo de la televisión y el teatro. Quizás en ese momento profesional, que se desarrollaba en Madrid, no pensó que acabaría regentando en Torremolinos un establecimiento hostelero, pero distintas circunstancias lo llevaron de nuevo hasta su localidad natal. Eso y su gusto por la hostelería fueron las bases para abrir La Tierra en marzo de 2019, una labor que compagina con otros negocios de la familia.
En 2016 visitamos uno de estos locales a los que, especialmente cuando llega el verano, apetece volver: Tibu-ron Beach Club. Ubicado en primera línea de mar, en el municipio de Castelldefels (Barcelona), este es uno de los mejores ejemplos de que en las playas del Baix Llobregat se cuece una gastronomía que no nos debería pasar desapercibida.
Llego a la divertida y abarrotada plaza de la Paja, con todas sus terrazas en ferviente funcionamiento, y me encuentro el precioso Naia Bistró, un coqueto local en el que cada detalle está pensado con mimo, en el que se ve cariño por agradar.
Por si el nombre dejaba alguna duda, los carteles y fotogramas colgados en las paredes del local lo confirman: este es un homenaje al actor neoyorquino John Turturro. Y por este motivo Turturro’s es una hamburguesería callejera, desenfadada, sin pretensiones, acogedora y con ese punto cosmopolita de las grandes ciudades americanas. Pero eso sí, como buena hamburguesería con referencias yanquis, aquí la calidad de los ingredientes es lo que prima.