/ Brasa
El chef valenciano Alejandro Platero elabora para nosotros desde su restaurante en Valencia una receta exquisita que incorpora dentro de uno de sus menús, una mezcla de sabores y colores en un plato que os animamos a preparar en casa.
La mezcla de las dos palabras, Brasa y Tinto, hace referencia al concepto buscado por Gabriel Rodríguez, propietario del restaurante. “Al principio tenía en mi mente un concepto únicamente de brasas acompañado de un buen vino tinto”. De ahí el nombre del restaurante, aunque también nos explica que a la vez es un guiño a su otro restaurante, Un Tinto en la Cueva (La Matanza de Acentejo) una tasca canaria en la que, desde 2019, el comensal puede encontrar desde platos tradicionales hasta creaciones modernas.
La palabra "flama" (catalán para "llama") alude al fuego, un elemento central en la cocina del restaurante Flamante. Aquí la brasa se erige como protagonista dando vida a los ingredientes principales en busca del origen y el sabor más auténtico. Junto a su maravillosa oferta gastronómica donde también destacan los arroces y los productos de proximidad de su propia granja, una amplia coctelería de autor anima a los paladares más exquisitos.
La entrada del restaurante Sabor a Brasa de Palafrugell recuerda a la típica masía catalana encalada en su blanquecino clásico y decorada en las esquinas, marcos de ventanas y puertas con ladrillo visto. El olor a lavanda impregna el lugar y se mezcla con el aroma de la leña ardiendo que prende antes de empezar el servicio para preparar su brasa.
La entrada del restaurante Sabor a Brasa de Palafrugell recuerda a la típica masía catalana encalada en su blanquecino clásico y decorada en las esquinas, marcos de ventanas y puertas con ladrillo visto. El olor a lavanda impregna el lugar y se mezcla con el aroma de la leña ardiendo que prende antes de empezar el servicio para preparar su brasa.
Con Arturo Roig a la cabeza del negocio y Jordi Tornero como jefe de cocina, este espacio gastronómico apuesta por una cocina de mercado con acento en el producto de calidad.
Los untables son un clásico a la hora del aperitivo o como arranque de una comida. Juegan a su favor muchas variables, como el hecho de que son fáciles de compartir y se pueden comer sin problemas de pie, modo cóctel. Sirva el ejemplo de las barras de pintxos vascas, donde fue habitual contemplar púdines de cabracho y de merluza entre gildas, más banderillas, sándwiches y tortillas.
Este delicioso y auténtico plato se encuentra en la carta de Alapar, un restaurante barcelonés situado a pocos metros de Plaza España.
Tras la renovación de su sala, con la que el local ha abrazado la estética bistró, completa con booths de piel granate y luz tenue, en el Mussol de Casp se respira un aire de cambio.