A mediados del siglo pasado, el Caribe y el turismo norteamericano hacia la isla de Cuba fueron mucho más que un fenómeno de masas, convirtiéndose en una auténtica fuente de inspiración artística en terrenos como la música, la moda y, por supuesto, el cine. ¿Quién no recuerda los filmes inspirados en La Habana y sus cabarets emblemáticos como Tropicana? ¿O las secuencias en playas de ensueño como Varadero?
/ Restaurante barcelona
A veces apetece comer de pie frente a una barra y otras, uno anhela manteles de hilo. No es lo mismo salir con los amigos, que tener una cena romántica, que celebrar los 80 años de la abuela, que querer cerrar un contrato.
En pleno barrio Gótico de Barcelona y a pocos pasos de espacios tan relevantes de la Ciudad Condal como son la Catedral, la Basílica de Santa Maria del Mar, el Mercado de la Boqueria, el Liceu, el Museu Picasso o el Palau de la Música Catalana, entre muchos otros, se encuentra, en un lugar tan emblemático por su indescriptible belleza como por el peso de la historia de la que fue testigo, la plaza de Sant Felip Neri.
Uno a veces se hace preguntas que tal vez no vengan al caso o, quizá, sean de lo más pertinentes. La pregunta me asalta en El Informal de Marc Gascons, ¿será esta la cocina catalana del futuro? Me asalta aquí y en otras casas – la de Sergi de Meià, en el Hisop de Oriol Ivern– y aunque podría surgir en muchos otros restaurantes, estos tienen, para mi, un acento especial aún sin guardar parecido entre ellos.
“A comer, beber, bailar y gozar, que el mundo se va a acabar”. Un mensaje positivo, lleno de alegría de vivir, preside la carta de Kilo, en Barcelona. El restaurante entero está lleno de lemas optimistas, quizás porque él mismo nació de las ganas de sus propietarios Clara Aracil y Manu Marín, de hacer un giro hacia una vida que les llenara más.
Mano Rota es el proyecto tándem de los jóvenes cocineros Bernat Bermudo y Oswaldo Brito. Ambos se conocieron en etapa formativa en la escuela Hofmann y durante diez años han trabajado en diferentes cocinas de pedigrí llenando el zurrón de experiencia y definiendo su personalidad culinaria. Ahora han decidido hacer de la sinergia virtud y se han puesto a pedalear sincronizadamente.
Dos hermanos que heredan de su padre la pasión por la cocina y la restauración. Simplificando, así podría explicarse el origen de La Taverna del Clínic. El inicio de esta saga de enamorados de la gastronomía lo encontramos en Pepe Simoes, un gallego que se estableció en Barcelona allá por 1973 y que abrió diversos restaurantes.
Romain Fornell es un chef que rompe clichés. ¿Para empezar? Es el primer chef que logra una Estrella Michelin en Francia y otra en España. Pero es que apenas había terminado sus estudios de hostelería en Toulose y ya los mejores restaurantes a ambos lados de los Pirineos pujaban por tenerlo en su cocina.