Molo Café Formentera

Molo Café Formentera, Mediterráneo puro
Molo Café Formentera
Molo Café Formentera
5 Mayo, 2022
Jesús Trujillo
Pocas cosas habrá tan agradables como sentarte en una terraza de una marina y disfrutar de un desayuno, un aperitivo o un cóctel mientras observamos el suave movimiento de los barcos meciéndose al ritmo de las mareas, escuchando el tintineo de los cabos contra los palos de los veleros por efecto de la brisa y un profundo olor a mar te embriaga. Si además estás en el Puerto de la Savina de Formentera, una de las islas más exclusivas del Mediterráneo, y la terraza es la de Molo Café entonces la sensación es difícilmente superable. 

Molo Café es Mediterráneo puro. Ocupa una casita de impolutos muros encalados, en plena marina, que se abren en grandes arcadas hacia unas estupendas terrazas desde las que se disfruta de una vista privilegiada de los pantalanes. Los sillones y mesas se alternan en la búsqueda de un ambiente cálido, agradable, del que cuesta salir una vez que nos hemos imbuido de él. Blanco, luz, paz, música de fondo, el ruido de la marina, la brisa acariciando tu rostro...

Molo

El hermano pequeño de Molo47 

Molo Café es, por decirlo de alguna manera, el hermano pequeño de Molo47, el restaurante contiguo cuya cocina está a cargo Antonio D'Angelo, un chef que, pese a su juventud, tiene una dilatada experiencia a sus espaldas que le ha llevado entre otros destinos a ser chef ejecutivo en Nobu Armani  Milán o el chef de Giorgio Armani durante. Su cocina “habla idiomas” y refleja retazos de todo lo aprendido en su periplo por el Mundo.  

D'Angelo recaló en Formentera para tomar las riendas de un proyecto en el que plasma su dominio de los fogones y unió su destino al de su compatriota Simone Masuzzo, manager del proyecto, y también cocinero y que fue jefe pastelero del inefable Jöel Robuchon. 

Conociendo la trayectoria de sendos chef es fácil comprender cómo en lo que, aparentemente, es un café de diseño se puede comer tan sumamente bien. Y lo que aún es mejor: a un precio más que razonable. Sobre todo teniendo en cuenta el escenario en el que nos encontramos.

Alta cocina en una carta informal 

interior

La carta de Molo Café es informal, ecléctica, divertida. En ella caben desayunos, aperitivos, comidas, un café o un cóctel. Hasta ahí todo normal. Podría ser la carta de cualquier café-terraza de cualquier puerto del Mediterráneo. Sin embargo, Molo Café no es cualquier café. Aquí se mima cada uno de los detalles de la cocina.  

Para empezar, todos los panes y pastelería son elaborados a diario en el propio obrador de Molo47. Por cierto que la pastelería y panadería de Molo merecerían por si mismos un artículo en exclusiva, aunque por desgracia en éste tenemos espacio limitado. Baste recordar que uno de los responsables de Molo fue, como ya hemos indicado, jefe de pastelería de Robuchon.  

Los desayunos son francamente buenos. Cuentan con una amplia oferta dulce, como ya hemos apuntado, y  con una buena variedad de tostadas, cafés, infusiones, zumos y batidos.  

Pulpo

En cuanto a la parte más seria del menú, el denominador común es la gran calidad del producto empleado y el esmero con el que se elabora todo. En Molo Café puedes comer desde una ensalada payesa a unas croquetas de jamón ibérico, un bocadillo de autor, un ceviche, un pulpo a la gallega o un donburi de pescado.

hamburguesa

Lo importante es que todo, absolutamente todo, lo elaboran ellos. Salsa, ahumados, conservas, etc., lo cual aporta un sabor casero inconfundible. Particularmente impresionante es la hamburguesa de wagyu que preparan, probablemente una de las mejores de la isla. Mención aparte necesitan los cócteles de autor que son la guinda perfecta para disfrutar de una sobremesa de ensueño. 

Carretera S Ferran
La Savina Balears
España

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