/ Vasca

Pocos cocineros han influido tanto en la vida diaria de los españoles como Karlos Arguiñano. La segunda generación de la familia Arguiñano sigue regentando el legendario restaurante vasco en primera línea de playa de Zarautz. Descubre cómo la tradición, la evolución y la pasión se entrelazan en este icónico establecimiento cuyo impacto va mucho más allá de la comida.

Amama abrió en el corazón de la parte vieja de San Sebastián, cuando los ecos de la pandemia todavía rondaban por sus calles. Parte de un proyecto grande, el restaurante se ubica en la primera planta del hotel Atari, lo que podría ser el hotel mejor ubicado de la ciudad, con sus vistas a la basílica de Santa María y las sociedades gastronómicas donostiarras más famosas. 

Jose Mari es una taberna restaurante en la parte vieja donostiarra, la última apertura del cocinero Josean Merino, cuyos bares de pintxos PerretxiCo ya se han extendido desde Vitoria hasta Logroño, Santander, y Madrid. Con Jose Mari, Merino vuelve a sus raíces.

¿Cuántos años tienen que pasar para que un local se convierta en clásico? Quizá uno diría décadas, que cuesta años comprobar viabilidad y hay que ver si después de un tiempo el público sigue viniendo igual. 

La nueva aventura del emprendedor Juan Carlos Antolín se llama Kobatxa, un nombre consecuente para un establecimiento enmarcado en una de las siete grandes bóvedas o covachas que sostienen desde hace dos siglos el casco antiguo de Vitoria - Gasteiz. Allí, con su piedra a la vista, ha concebido un bar restaurante con distintos ambientes que combina música, diseño y gastronomía para atraer a una clientela preferentemente femenina desde primera hasta última hora del día.
La propuesta que triunfa en el barrio de Chamartín no deja nada a la improvisación. Cocina vasca de excelente género, con una importante apuesta por la huerta, el mar y las carnes en formato de chuletón

De marchante de arte a propietaria de un par de restaurantes. Esta sería una manera breve de definir la trayectoria de Soledad Urabayen. Navarra de origen, dejó su carrera profesional en el mundo del arte para poder estar más tiempo con sus hijos y, junto a su marido, Ramón Padrosa, abrieron su primer restaurante en Sant Cugat, el Rondes, a finales de 1993.

La moderna gastronomía vasca, especialmente la que se conoció como “cocina en miniatura”, debe mucho a los hermanos Santamaría, Jesús y Mikel. En 1996 crearon el grupo Bokado, principal impulsor de esa alta cocina de los pinchos. En estas dos décadas el grupo ha orientado su actividad principal al mundo del catering y de la celebración de todo tipo de eventos, aunque mantiene dos restaurantes en la capital guipuzcoana, uno en el Aquarium de la ciudad y otro en el Museo de San Telmo.

Siempre lleva la siguiente frase por bandera: ‘No existe modernidad sin una buena tradición’. Atari Gastroteka. Un establecimiento referente en Donostia con una fraternal mezcla de ambiente local y turístico que hinca sus raíces gastronómicas en la tradición de la cultura vasca con toques de diversos fogones del mundo. La materia prima de calidad es la base, el punto de partida de sus suculentos pintxos y raciones. Su popular terraza es una de las más demandadas de la ciudad, ya que se halla en pleno corazón de la urbe, frente al pórtico de una de las iglesias más importantes de San Sebastián.

Este negocio comenzó a andar de la mano de José Salguero Castilla, el padre, en el año 1997. Veinte años después es su hijo quien está al frente del establecimiento después de haber vivido la hostelería desde la infancia y formarse durante cuatro años en Aiala, la escuela de cocina de Karlos Arguiñano, quien posteriormente fue su mentor. Con estos antecedentes no es de extrañar que en Curro Castilla se coma un bacalao al pil pil o a la vizcaína de los auténticos y con nota muy alta.

A pocos metros de la popular calle donostiarra 31 de Agosto, en una bonita esquinita informal se halla el bar de pintxos La Cuchara de San Telmo. Uno de los 'must' de la Parte Vieja donostiarra por sus 17 años de trayectoria culinaria basada siempre en producto de temporada y de primera calidad. Un corner culinario con pintxos generosos tanto en sabor como en tamaño.

“Si antes me encantaba Urepel, ahora que encima sabemos que sois vosotros, los de La Muralla, todavía venimos más contentos”. Son palabras de la clientela en boca de su propietaria, la donostiarra María Eugenia Bozal, que en este primer año de nueva trayectoria del restaurante ha conseguido evocar los más bellos sentimientos que se pueden despertar desde una mesa.

Charolais, imprescindible restaurante de Fuengirola, es un fiel reflejo de su creador, Florentino Morillo Doblas, más conocido por sus amigos como Floren, amante de la gastronomía, excelente cocinero, y uno de los empresarios de hostelería más comprometidos con su oficio y con más vocación de los que conozco. 

Desde hace bien poco, un par de meses, un pedazo de Donostia se encuentra en Barcelona. Hablo de Zeruko, que desde 1982 aporta novedad a lo viejo de la capital guipuzcoana.