¿Qué tienen de especial los vinos naturales?
Seguro que alguna vez has oído hablar de los vinos naturales. Esa gente que en una cena dice “yo solo bebo vino natural” y tú no sabes si es una moda hipster o si realmente te estás perdiendo algo interesante. Pues bien, aquí estamos para despejar dudas, romper mitos y, por qué no, abrirte el apetito (o la sed).
Vamos al grano: un vino natural es, básicamente, zumo de uva fermentado sin nada de aditivos ni procesos industriales. Se elabora con uvas cultivadas libres de productos químicos sintéticos (como lo son los herbicidas, los pesticidas o los fertilizantes artificiales), cosechadas a mano y vinificadas con mínima intervención. Eso significa que no se le añaden levaduras comerciales ni sulfitos (o se añaden en cantidades muy bajas).

Diferencias entre vinos naturales y convencionales
¿Preparado para sacar la lupa y ver qué diferencias existen entre los vinos naturales y los convencionales? Spoiler: no hay que fijarse solo en el precio ni en la etiqueta.
Ingredientes. Los vinos convencionales pueden contener más de 60 aditivos permitidos por ley. Los naturales, nada o casi nada (solo uvas y, a veces, un poco de sulfito al embotellar).
Producción. Los convencionales usan maquinaria, levaduras seleccionadas y procesos diseñados para asegurar siempre el mismo sabor. Los naturales se hacen con levaduras salvajes (las que vienen con la uva) y sin estabilizantes, lo que hace que cada botella sea única. A veces, incluso ¡viva! (sí, pueden seguir fermentando un poquito en la botella).
Sabor y apariencia. Olvídate del vino perfecto, brillante y de sabor pulido. Los naturales pueden ser turbios, con posos, y tener aromas que te sorprendan (para bien o para mal). Algunos huelen a cuero, a fruta madura, a tierra húmeda o a pan fermentado. Pero ahí está su encanto.
Filosofía. Detrás de cada vino natural hay algo más que sabor: hay una manera de entender el mundo. Suelen hacerse en bodegas pequeñas donde se elaboran con mimo, respetando la tierra y el ritmo de la naturaleza.

Beneficios del vino natural
De acuerdo, suena bien, pero… ¿qué beneficios tiene realmente beber este tipo de vino?
Menos resaca (dicen). Al tener menos sulfitos y aditivos, muchas personas afirman que el vino natural les sienta mejor. No es una verdad científica universal, pero hay quien lo experimenta.
Más autenticidad. Como no hay dos iguales, cada botella es única. Te puede encantar o no, pero seguro que no te deja indiferente.
Sostenibilidad. Optar por estos vinos es sinónimo de apoyar a agricultores que cuidan la biodiversidad y prácticas que reducen el impacto ambiental.
Vinos naturales y pequeños productores
Uno de los atractivos más grandes de los vinos naturales es el vínculo directo que se establece con los pequeños productores. Muchas de las bodegas que elaboran vinos naturales son negocios familiares o cooperativas que se centran en la calidad y en la relación estrecha con la tierra.
Estos viticultores no están impulsados por las grandes demandas del mercado masivo, sino que tienen un enfoque más personal, lo que resulta en productos que cuentan una historia singular con cada botella. De esta manera, el consumidor no solo compra una bebida, sino que apoya un modelo de producción más humano y cercano.

¿Y el vino ecológico?
Un vino ecológico es aquel que se elabora con uvas de cultivo ecológico, sin pesticidas ni químicos, pero puede llevar aditivos y sulfitos en bodega. Es decir, puede estar certificado como ecológico, pero no ser natural.
Todos los vinos naturales son ecológicos (aunque no siempre estén certificados), pero no todos los ecológicos son naturales. Es como los tomates: puedes comprar uno ecológico en el súper, que ha viajado mil kilómetros y tiene una pinta impecable, o puedes comerte el del huerto de tu vecina, que tal vez no luzca tan perfecto, pero posee un sabor inmejorable.
Vinos sin sulfitos: ¿milagro o moda?
Los sulfitos son un conservante natural —incluso la uva genera sulfitos de forma espontánea en la fermentación—. En los vinos convencionales se añaden en cantidades importantes para evitar que se estropee el vino o que fermente en la botella. En cambio, en los vinos naturales se intenta prescindir de ellos o usarlos en dosis mínimas.
¿Es mejor sin sulfitos? Depende. Si el vino está bien hecho y bien conservado, no los necesita. Pero también es más frágil y puede evolucionar más rápido. Vamos, que no te lo guardes para las bodas de tus nietos. ¡Disfrútalo en su mejor momento!

¿Dónde comprar vinos naturales?
Los vinos naturales no se suelen encontrar en grandes cadenas de distribución, aunque cada vez más tiendas especializadas y restaurantes los incluyen en su oferta. Para encontrar un buen vino natural busca etiquetas que hablen de “mínima intervención”, “sin sulfitos añadidos” o “fermentación espontánea”. Y si puedes, pregunta. Los tenderos que venden vino natural estarán encantados de explicarte su historia. También puedes ir a bodegas pequeñas, ferias de vinos naturales o seguir de cerca asociaciones vinícolas.
Un brindis para paladares curiosos
El vino natural no es mejor ni peor que el convencional, es simplemente… diferente. Más salvaje, más sincero, más cercano a la tierra. Si eres de los que disfruta explorando y sorprendiéndose, este vino es para ti. Y si no, al menos ahora sabes qué es un vino natural, cuáles son las diferencias entre vinos naturales y convencionales, los beneficios del vino natural y qué papel juegan el vino ecológico y los vinos sin sulfitos en todo el universo vinícola.
Así que ya sabes. La próxima vez que alguien saque una botella de vino turbia y con posos, no frunzas el ceño. Tal vez no sea perfecta, pero puede sorprenderte más de lo que imaginas.
