
Cómo hacer codillo de cerdo tierno
La cocina tradicional alemana nos ha legado una de las joyas de la gastronomía centroeuropea: el codillo de cerdo al horno, un plato que despierta el apetito solo con su aroma. Esta elaboración, también conocida como Schweinshaxe, destaca por su piel dorada y crujiente, su carne jugosa y su sabor intenso, fruto de una cocción lenta y esmerada. En esta receta te enseñaremos cómo hacer codillo de cerdo tierno al estilo alemán, paso a paso, con todos los trucos para un codillo jugoso que puedas aplicar en casa sin complicaciones.
La clave de un buen codillo reside en la paciencia: el horneado prolongado permite que la grasa se funda, que los jugos se concentren y que la piel adquiera ese dorado irresistible que lo convierte en un auténtico manjar. Aunque se asocia con tabernas bávaras y festividades como el Oktoberfest, el codillo ha encontrado su lugar en muchas cocinas del mundo, gracias a su sabor reconfortante y su versatilidad.
Si buscas una receta de carne de cerdo al horno que nunca falla, que combina tradición y sabor, el codillo es tu mejor opción. Aquí aprenderás no solo a prepararlo, sino también a darle ese toque crujiente por fuera y meloso por dentro que caracteriza al mejor codillo crujiente. ¡Manos a la carne!
Codillo de cerdo con guarnición: propuestas de acompañamiento
Chucrut casero: el fermentado clásico alemán aporta acidez y frescor que equilibran la untuosidad del codillo.
Puré de patatas cremoso: un acompañamiento suave y neutro que recoge perfectamente los jugos del asado.
Verduras asadas (zanahorias, cebolla, puerro): aportan dulzor y color al plato.
Ensalada de repollo morado con manzana: ideal para contrarrestar con frescura el sabor potente del codillo.
Pan rústico o pretzels: para acompañar y mojar en la salsa resultante del asado.
Ingredientes para el codillo al horno
Nº de comensales
42 codillos de cerdo (de unos 800 g cada uno)
1 l de cerveza negra
2 cebollas grandes
4 dientes de ajo
2 hojas de laurel
1 cucharada de semillas de comino
1 cucharadita de pimienta negra en grano
1 ramita de romero
Sal gruesa al gusto
Aceite de oliva virgen extra
Marinar previamente el codillo en una mezcla de cerveza, ajo, laurel y especias durante al menos 12 horas realza el sabor y ablanda la carne.
Pinchar la piel antes de hornear ayuda a que quede más crujiente y se drene la grasa.
Hornear a baja temperatura (150–160 °C) durante la primera parte del proceso garantiza una cocción uniforme y una carne melosa.
Subir la temperatura al final (200–220 °C) para lograr un acabado crujiente irresistible.
Regar la carne con su propio jugo cada 30 minutos para mantener la humedad.
No desechar el líquido del horneado: puedes reducirlo en un cazo y convertirlo en una excelente salsa.
Preparación de codillo paso a paso
Marinar los codillos en una fuente con cerveza, ajo machacado, laurel, comino, pimienta y romero durante 12 horas en refrigeración.
Precalentar el horno a 160 °C.
Colocar los codillos en una bandeja de horno junto con las cebollas cortadas en cuartos y parte del líquido del marinado.
Salpimentar los codillos y rociar con un chorrito de aceite de oliva.
Cubrir con papel de aluminio y hornear durante 2 horas, regando con su jugo cada 30 minutos.
Retirar el papel de aluminio, subir la temperatura a 210 °C y hornear 30–40 minutos más, hasta que la piel esté crujiente.
Sacar del horno y dejar reposar 10 minutos antes de servir.
De forma opcional, se puede reducir el jugo de la bandeja en un cazo para hacer una salsa intensa y acompañar el plato.