/ Queso
“Queso es el producto fresco o madurado obtenido por coagulación de la leche y separación del suero” (FAO).
El queso –esa concentración de las materias secas que forman la leche– vino para quedarse y habitar nuestro corpus alimentario cuando alguien se dio cuenta que una vez fermentada, la leche se podía convertir en un producto masticable, duradero y fácil de transportar. Bueno para comer.
El queso es uno de los productos franceses por excelencia y, para muchos, junto al vino, el pan y el foie, el que mejor representa al país vecino. Cuando en 2010 la Unesco incluyó la gastronomía gala dentro de su patrimonio inmaterial, quedó claro que uno de sus mayores reclamos del país es el rey de los lácteos. En Francia se consumen 25 kilos por habitante al año (lejos de España, con 9 kilos) y es el primer país exportador de queso del mundo.
Hay palabras que, con sólo pronunciarlas, ya se te hace la boca agua. Queso podría ser muy bien una de ellas. Los hay de mil y una texturas, sabores, intensidades... Pero todos ellos comparten su poder alimenticio.
La gastronomía es cultura y todo ese conocido discurso que compartimos y conocemos. Si la Unesco es el organismo internacional encargado de la preservación del patrimonio cultural, entonces…¿Qué es un conjunto de ciudades declaradas patrimonio de la humanidad con sus correspondientes productos gourmet? Ya os lo digo yo: es una muy inteligente forma de vender esos productos.