/ Dónde comer en málaga
Picador es la gran apuesta gastronómica del hotel La Zambra (Mijas, Málaga). Una taberna andaluza y urbana en la que la propuesta gastronómica está pensada para compartir. Platos tradicionales de esencia andaluza que van más allá por sus toques de distinción y creatividad, como esta torrija que incorpora un praliné de pistacho que le da un giro de sabor a un plato sencillo.
Cuando uno de los mayores distribuidores de pescados y mariscos de Andalucía y uno de los sushiman más reconocidos de Málaga unen sinergias, conocimiento y voluntad todo apunta a que lo que hagan va a ir viento en popa. Así comenzó la historia de José Carlos Morales y José Fernández.
En un mundo culinario en el que la innovación manda muchas veces, es un privilegio encontrar lugares para comer como Mesón La Estancia, donde el producto y el servicio son las insignias de oro de la casa. Este restaurante, que lleva abierto más de 20 años, cambió de propietario en 2019.
Imagínese un cortijo frente al mar. Con una gran terraza en la que tomar el sol en verano mientras come un plato bien preparado; y una chimenea al lado de la que comerse un estupendo cuchareo en invierno. Ese lugar existe, está en Torrox y se llama Magón. Al frente, el empresario Jorge López, que con la apertura de este restaurante hace algo más de un año se ha metido de lleno en la hostelería, uno de sus grandes deseos desde hacía tiempo.
La Alvaroteca (Málaga) ha trabajado distintos formatos y conceptos en sus nueve años de vida. Primero fue un bar de tapas de barrio, después un gastrobar con platos divertidos y ahora es un restaurante en el que puedes comer un menú degustación con propuestas donde hay mucha cocina de fondo y muchas horas de trabajo. Y, aunque el cambio es más que evidente, desde la estética hasta la propuesta, cualquiera de sus etapas ha tenido un denominador común: la creatividad más absoluta.
A los que nos gusta comer bien, no siempre nos gusta sentarnos a la mesa. Es más, cuando tienes la suerte de conocer al propietario de turno, suele apetecernos mucho sentarnos en la barra siempre que se pueda. Es así como tienes la oportunidad de que te lo cuenten todo en primera persona, bien desde la barra o bien aprovechando las salidas del cocinero.
35 años de esfuerzo, sacrificio y logros son la definición perfecta para representar a Almijara Casual Bar, un restaurante que comenzó como un humilde “bar de barrio” y que ha evolucionado hasta convertirse en un referente gastronómico en Málaga, sin perder en el camino su esencia gastronómica durante tantos años de historia.
Pablo Vega es un cocinero que se ha hecho a sí mismo. La base de su trayectoria son la dedicación y el aprendizaje continuo. Nacido en Málaga en 1988, cuenta con una trayectoria que comienza a muy pronta edad. Con tan solo 16 años empieza sus estudios en la escuela de hostelería de Benahavís. Con 18 años da sus primeros pasos gastronómicos en el restaurante Miramar de Paco Pérez, con dos estrellas Michelin, en Llançà (Girona), donde trabajó seis años ejerciendo como jefe de partida.
Luis Miguel Menor y César Morales son los propietarios de este establecimiento que abrió sus puertas en abril de 2015. Desde entonces, la estética del restaurante ha ido cambiando hasta convertirse en lo que es, pero lo que no ha cambiado nunca ha sido la calidad que ofrecen a sus clientes en unos platos muy bien trabajados donde el sabor del mar es siempre el protagonista.
Con su propuesta gastronómica más creativa y cuidada, Vintash es la “Joya de la Corona” de un consolidado proyecto ubicado en la zona de Torre del Mar (Málaga) que incluye además, un moderno chiringuito llamado Bahía de Tanit y el restaurante Tanit.
Definida por la Wikipedia como el “proceso de cocción de alimentos por inmersión en un aceite o grasa comestible que está a una temperatura superior al punto de ebullición del agua, por lo general 150 a 200 ° C”, la fritura es una técnica que, cuando está bien elaborada, nos ofrece un resultado maravilloso en el que los alimentos quedan crujientes y dorados por fuera, jugosos por dentro, y la “magia” de no haber absorbido prácticamente nada de aceite.