¿Y si tu restaurante fetiche sirviera comida precocinada?
En Francia se han dado cuenta que, además de las cadenas de comida rápido, muchos establecimientos considerados restaurantes –en el sentido clásico del término que ellos mismos inventaron– en realidad sirven sobre todo platos precocinados parcial o totalmente que sólo acaban, calientan o decoran; y quieren hacer una ley que identifique aquellos establecimientos donde profesionales con formación culinaria todavía se dedican a elaborar las comidas a partir de ingredientes básicos.
La iniciativa no parecería tan lejana de las que ya diferencian los auténticos hornos donde se amasa y hornea el pan de las tiendas donde sólo se vende, aunque sea después de tostar las baguettes precocinadas. Pero en este caso no será tan fácil. Es cierto que hay muchos restaurantes en Francia que se hacen la tarrina de foie-gras, pero otros no, y menos confitan los muslos o los pedreros de pato, pero hacen la ensalada. La cocina profesional siempre ha vendido o usado productos procesados: el propio pan, el aceite, el vino, los embutidos, los quesos, las salsas –las salsas no? pensad en la de mostaza...
Y todavía queda una reflexión ineludible, cuando los clientes no somos capaces de identificar qué ha sido fait maison y qué es un producto precocinado y recalentado... o la industria lo hace muy bien (y esto es bueno), o el chef no es para echar cohetes (y esto es malo), o nuestro paladar tiene la capacidad que tiene (y esto pide otro artículo)./ Trending.
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