/ Restaurantes en madrid

Porque encontrar una buena ensaladilla rusa no es algo fácil, te damos las coordenadas que te evitarán muchas decepciones.

Hace un par de años, Alberto Gómez, el chef ejecutivo de la cadena de restaurantes asiáticos UDON, nos explicaba que su reto era enfocar su carta, cada vez más, hacia el producto KM0 y ecológico porque "además de que es más sano, sabroso y natural, nos damos cuenta de que el cliente lo valora positivamente", decía. En ese momento, el 20% de los productos de la carta eran de procedencia ecológica o de proximidad, y empezaban una cursa interna para lograr que ese porcentaje llegara al 100%.

La calle Recoletos, pese a su corto trazado, es una de las de mayor concentración de restaurantes de Madrid. Una oferta variada que va de establecimientos informales o asadores hasta cocinas foráneas como la tailandesa, la mexicana o la marroquí. Se une ahora esta casa de comidas, recién abierta, que apuesta de manera decidida y sin complejos por una cocina muy tradicional que se completa con un equipo de sala muy profesional. Nada más entrar, una amplia barra con cocina ininterrumpida permite tomar un aperitivo o picar algo de manera informal a lo largo de la tarde.

No piensen encontrar una réplica de Aponiente. Se trata simplemente de un bar elegante, un espacio informal en el que ni siquiera se admiten reservas.

Hace más de cuarenta años que Jorge y Pilar Feldman, un matrimonio argentino, abría en Madrid El Cacique, un asador de carnes inspirado en los de su país natal y que rápidamente se hizo un hueco en la capital aprovechando la escasez que en aquellos años había de buenas parrillas para carnívoros, limitadas a algunos asadores vascos y navarros. Durante estas cuatro décadas largas, los Feldman han logrado una clientela muy fiel, que pasa de padres a hijos.

La transformación de los antiguos bares en modernos espacios con una oferta de tapas creativas, más próximas a lo que se ha dado en llamar "cocina en miniatura", es ahora un fenómeno habitual. No lo era tanto cuando allá por el año 2001, en la plaza de Puerta de Moros, en el Madrid más castizo, abría sus puertas Juana la Loca, pionero por tanto en este modelo.