Caldo de huesos casero

Saludable, económico y reconfortante
Caldo de huesos casero
17 Mayo, 2025
Gastronosfera

Receta de caldo casero de huesos

Hay elaboraciones que trascienden el tiempo y las modas: el caldo de huesos es una de ellas. Esta receta de caldo de huesos, más que un plato, es una ceremonia de paciencia, respeto por los ingredientes y amor por lo sencillo. De origen ancestral y presente en culturas de todo el mundo —desde los consomés asiáticos hasta los fondos europeos—, este caldo simboliza la esencia misma de la cocina casera. 

En un mundo donde los alimentos procesados abundan, preparar un caldo casero es casi un acto de rebeldía saludable. Con apenas unos pocos ingredientes —huesos, agua, verduras y tiempo—, obtenemos un líquido dorado cargado de sabor y propiedades medicinales. Su textura untuosa y aroma profundo despiertan memorias de abuelas cocinando a fuego lento, y se cuela en nuestras mesas como un bálsamo en días fríos o de recuperación. 

Pero no se trata solo de nostalgia. Los beneficios del caldo de huesos ofrecen motivos concretos para incluirlo en nuestra dieta: ayuda a fortalecer articulaciones, mejora la salud intestinal, aporta colágeno natural y es una fuente rica de minerales. Y todo ello sin complicaciones ni gastos elevados, lo que lo convierte en una opción ideal dentro de la cocina saludable

Además, es una receta sostenible, pues permite aprovechar partes del animal que normalmente se descartarían. Si se combina con vegetales de temporada y condimentos adecuados, el resultado es un elixir culinario, económico y profundamente satisfactorio. Aprender cómo hacer caldo casero es abrir la puerta a una forma más consciente y sabia de alimentarse. 

Beneficios del caldo de huesos

Rico en colágeno, gelatina y aminoácidos esenciales. 

Fortalece articulaciones, piel, cabello y uñas. 

Mejora la salud digestiva gracias a su efecto reparador sobre el intestino. 

Aporta minerales como calcio, magnesio y fósforo en una forma fácilmente absorbible. 

Refuerza el sistema inmunológico. 

Ayuda en procesos de recuperación, convalecencia o fatiga. 

Ingredientes.

Nº de comensales

4
  • 1 kg de huesos (de res, pollo o mixtos) 

  • 2 zanahorias grandes 

  • 1 cebolla 

  • 2 ramas de apio 

  • 1 hoja de laurel 

  • 1 cucharada de vinagre de manzana 

  • 2 dientes de ajo 

  • Sal marina al gusto 

  • Agua (cantidad suficiente para cubrir los ingredientes, aproximadamente 3 l) 

Consejos para preparar el caldo de huesos

Usa huesos de calidad: preferentemente de animales alimentados con pasto o de origen orgánico. 

Añade un ácido como vinagre de manzana para facilitar la extracción de minerales. 

Cocina a fuego lento durante al menos 12 horas (hasta 24 si usas huesos grandes). 

Espuma la superficie durante la cocción para un caldo más claro. 

Filtra bien y consérvalo en frascos de vidrio. Puede durar una semana en el frigorífico o varios meses congelado. 

Si deseas un caldo más gelatinoso, puedes incluir patas, articulaciones o médula. 

Cómo hacer caldo casero de huesos

Lavar los huesos y, si se desea, hornearlos 30 minutos a 200 °C para intensificar el sabor. 

Colocar los huesos en una olla grande junto con las verduras troceadas. 

Añadir el vinagre, la sal, el laurel y los ajos pelados. 

Cubrir con agua fría y dejar reposar 30 minutos para que el vinagre actúe. 

Llevar a ebullición lentamente y retirar la espuma de la superficie. 

Reducir el fuego y cocinar entre 12 y 24 horas a fuego muy bajo. 

Colar cuidadosamente y desechar los sólidos. 

Dejar enfriar, refrigerar y retirar la capa de grasa si se desea. 

Servir caliente o utilizar como base para sopas, guisos o salsas.  

Recetas relacionadas.