Cada paella es distinta: tan distinta como distintas son las manos y la creatividad de cada chef. La que nos propone Edu Cuesta, del restaurante MRKT de Salou, es una paella basada en el producto de proximidad: gamba de Tarragona y chipirones de Cambrils, un triángulo geográfico mágico de la costa catalana — pocos restaurantes de esta zona no saben cocinar un buen arroz. En este caso, lleva el sello de un veterano de los fogones como es Edu Cuesta.
/ Paella
Hay pocos sitios de Madrid en los que uno piense cuando se quiere disfrutar de una buena paella valenciana. Triste, pero cierto. Para reconfortar a todos aquellos que lo necesiten, desde hace pocos meses pueden acudir al Restaurante Balear en Valdebebas y ser felices con lo que el joven cocinero Xavi Gaspà ejecuta con acierto.
El Racó de l’Agüir representa como pocos restaurantes la confluencia de dos generaciones con la misma vocación gastronómica. Una confluencia entendida en el sentido de continuación pero también de innovación. Como cuando dos ríos mezclan sus aguas para dar paso a uno nuevo que, sin dejar de ser el mismo, surcará nuevos paisajes en el camino que le queda por delante.
El Racó de l’Agüir representa como pocos restaurantes la confluencia de dos generaciones con la misma vocación gastronómica. Una confluencia entendida en el sentido de continuación pero también de innovación. Como cuando dos ríos mezclan sus aguas para dar paso a uno nuevo que, sin dejar de ser el mismo, surcará nuevos paisajes en el camino que le queda por delante.
Las Tierras del Ebro y el norte de la Comunidad Valenciana nos dejan un gran legado en la cocina de arroces. Desde la paella (con todas sus versiones y siendo la gran demandada por los extranjeros de todo el mundo cuando visitan España) hasta propuestas quizá menos conocidas pero igualmente exquisitas como el arrossejat (también denominado arroz sejat, arroz seixat, y popularizado como rosejat).
Dejemos por un momento a un lado —que no de lado— la cocina encabezada por nuestros laureados cocineros en la actualidad, aquellos que abanderan el mundo culinario estatal y, en ocasiones, gastronómico. Para qué esconderse, si hay un plato que ha caracterizado, caracteriza y caracterizará la gastronomía española es la paella.