La identidad de esta pareja de chefs impregna el ambiente. Nada más poner un pie en el restaurante, una es consciente de que la música, la iluminación y la decoración son toda una declaración de intenciones. Hay una enorme barra de punta a punta del espacio que hará las veces de escenario. Alrededor de ella, taburetes negros con los respaldos pintarrajeados donde nos sentamos los comensales, que somos también público. Allí, ante las 60 bocas que, como mucho, pueden disfrutar de un mismo pase, Aridana, Pau y su equipo cocinan, emplatan, explican y tararean.
/ Islas baleares
Me recibe la jefa de sala con una sonrisa sincera y me ofrece una mesa en el interior del local. Es un día caluroso así que el aire acondicionado se agradece mucho. Bebo una cerveza bien fría y miro a mi alrededor observando el interior de Cor Barra i Taula, el restaurante conocido por su cocina mallorquina cosmopolita.
Es viernes, entro en la Calle Can Brondo haciendo ruido con los tacones bajos de mis botines marrones. Los adoquines me recuerdan que estoy en el epicentro, en el meollo de Palma, uno de los centros históricos más grandes de Europa. Dos pasos y, a la derecha, entro en El Bandarra. Una barra en forma de O estirada, coronada por un jardín verde —que me encandila—, lidera el local. Las paredes son de espejos. El suelo de cemento. A los lados, seis mesas altas de madera y taburetes.
Es la una del mediodía de un lunes cualquiera en Eat Is Life. No importa la fecha. El restaurante permanece abierto todo el año, algo no demasiado común en Ibiza. Comienza a formarse la cola alrededor de la cocina acristalada del restaurante, donde el equipo ya ha dispuesto los ocho platos del día.
Pins 46 es el último en llegar al pequeño grupo de restaurantes de la familia Caules Arguimbau, que cuenta también con el restaurante pizzería Roma, y cuyo buque insignia es el casi mítico Café Balear.
Cuando abrió hace 2 años en la urbanización playas de Fornells, en la costa norte de Menorca, Isabella fue la sensación del verano en Menorca, por lo novedoso del concepto beach club en la isla y porque sentarte en una silla menorquina, con una copa en la mano o picando algo, mientras el sol se va escondiendo detrás del imponente cabo de Cavallería, es una auténtica delicia.
Se encuentra en primera línea del mar, y tiene la terraza como uno de los principales atractivos, con la zona costera de Santanyí y las barcas como reclamo. Pero su cocina no ofrece los típicos platos habituales en un lugar marinero -como suelen ser las sartenes y las frituras de la marca, sino que dejan de lado el aburrimiento para ir más allá y ofrecer una cuidada carta de propuestas.
La experiencia acumulada por Toni Martorell se transmite en su nuevo proyecto, una fonda que abrió el 3 de octubre de 2017, después de cerrar un ciclo fructífero y muy frenético junto al chef Marc Fosh, el primer británico que consiguió una estrella Michelin en España. Trabajó con él durante 7 años -Brasería Missa y Simply Fosh- tras haber pasado anteriormente por la Escuela de Hostelería de las Islas Baleares y de haber pisado cocinas de restaurantes destacados de Cataluña -como Can Jubany o Els Tinars- y del País Vasco -como Zuberoa-.
Materializar un sueño
Hace 30 años Marga Villalonga inició uno de sus sueños, tener un restaurante propio: Ca Na Marga. Para hacerlo realidad compró un chalet en la urbanización Ses Salines, de Fornells, en la costa norte de Menorca y, junto a su marido Jordi Pons, lo transformaron en un restaurante, y abrieron las puertas del restaurante Ca Na Marga en el verano de 1988. Aunque no hay ningún antecedente familiar, cuando sus dos hijos Jordi y Maite crecieron, estudiaron hostelería y se incorporaron al negocio.
Tere Montesinos estudió Historia del Arte y profesionalmente se desarrolló en el sector de la moda, como Sales Area Manager en VF Corporation (Vanity Fair). Paralelamente obtuvo un grado superior en enología en Alella y perfeccionó sus conocimientos de cocina en diferentes seminarios para cocina profesional. Por su parte, Aleix Pagan es Ingeniero Industrial y se dedicó desde 1995 al desarrollo de proyectos para la industria farmacéutica y alimentaria.
Inquietos y emprendedores, en el año 2017 deciden emprender un camino juntos y el 1 de julio crean Vandal, una fonda de alta cocina con un punto irreverente que la Asociación de Periodistas y Escritores Gastronómicos de las Islas Baleares han premiado como restaurante revelación 2017.
Durante estas estancias ha aprendido y consolidados conocimientos culinarios en templos como Azurmendi (Eneko Atxa), El Bulli (Ferran Adrià), Celler Can Roca (Joan, Josep y Jordi), Zaranda (Fernando P. Arellano, cuando el restaurante estaba en Madrid), Mugaritz (Andoni Luis Aduriz), Martín Berasategui, además de establecimientos de referencia como Cinc Sentits (con Jordi y Amèlia Artal), Hoja Santa (el mexicano de Paco Méndez y Albert Adrià), entre otros.
Los orígenes de este emblemático restaurante nos trasladan al puerto de Ciutadella de los años 70, cuando el Cafè Balear era un bar o taberna regentado por la familia Caules, que acogía a la gente del mar a primeras horas de la mañana, antes de salir a trabajar.