/ Igor goikoetxea
Cuando se toma la decisión de ir a un restaurante y se escoge un asador, hay muchas posibilidades de que en la carta brillen con una luz especial las letras que componen la palabra chuletón, que viene a ser sinónimo de homenaje, de disfrute y de sensación de saciedad.
La tradición pesquera y el gusto por la cocina llevan muchos años asentando una especial simbiosis en el País Vasco, donde las recetas de pescado han sido siempre muy prolíficas. Sin embargo, si hay un producto del mar, a la altura del bacalao, que se mima en los hogares vascos desde tiempos muy lejanos es la merluza y si hay un modo típico de prepararla es “a la vasca”.
La gastronomía vasca no está especialmente asociada al dulce y las cunas del turrón se han establecido tradicionalmente en Jijona y en la zona de Alicante en general, pero lo cierto es que en Euskadi también llevan siglos trabajando la elaboración turronera, tanto en Bizkaia como en Gipuzkoa y Araba.
Se dice que los bilbainos nacen donde quieren, pero no ocurre lo mismo con los pasteles bilbainos cuya procedencia es tan rígida que es muy difícil degustarlos fuera de la capital vizcaína. En cuestiones de repostería tradicional son incontables los lugares que fabrican sus propias pastas, tartas o dulces en general y como no podía ser de otra forma, Bilbao tiene sus propias delicias como la Carolina, el Bollo de mantequilla o el Pastel de arroz.
En pleno corazón de Logroño, al abrigo de la fachada principal de la Concatedral La Redonda, se halla Marinée, un restaurante singular que quizá por casualidad o quizá por la fuerza del destino ha venido a asentarse en la Plaza del Mercado.
Salvo en momentos de perentoria necesidad, es decir, cuando no tenía otra cosa que llevarse a la boca, hasta el hombre prehistórico seleccionaba lo que comía y es obvio que hoy en día la alimentación trasciende a la simple ceremonia de comer. A la hora de cocinar se persiguen diferentes propósitos e intervienen cuestiones temporales, de necesidad física o económica o el simple gusto. En la mayoría de ocasiones se apuesta por un plato sencillo o uno saludable o se busca uno económico y preferentemente, en todos los casos se pretende que además esté sabroso.