/ Cocina andaluza

Quien vive en Sevilla conoce el emblemático patio de Casa Manolo León. Un restaurante que complace con su cocina tradicional y los codiciados espacios que acompañan la experiencia. Patio con jardín vertical que se transforma en invernadero los meses fríos, cuatro salones interiores con diferentes decoraciones, una terraza, reservados… Sea cual sea tu tipo de encuentro, Casa Manolo León te ofrece productos de alta gama y un gusto decorativo impecable.
Cumplir 30 años al frente de un negocio de hostelería no es nada fácil, pero Casa Antonio está a punto de colgarse este título honorífico del que no todos los restaurantes pueden presumir. Lo hará el año que viene, en 2022, después de convertirse en un lugar de referencia dentro y fuera de Jaén, un establecimiento en el que apuestan por el producto, por la actualización de su cocina y por dedicar mucho tiempo y esfuerzo a hacer las cosas muy bien.

Luis Miguel Menor y César Morales son los propietarios de este establecimiento que abrió sus puertas en abril de 2015. Desde entonces, la estética del restaurante ha ido cambiando hasta convertirse en lo que es, pero lo que no ha cambiado nunca ha sido la calidad que ofrecen a sus clientes en unos platos muy bien trabajados donde el sabor del mar es siempre el protagonista.

Fueron Manuel López y Manuel Pérez los que abrieron la puerta del restaurante en 1917 en el antiguo barrio de La Manigua de Granada. Lo que hoy es un referente en la ciudad, nació como una pequeña empresa familiar que poco a poco fue haciéndose célebre por su excelente cocina y por ser lugar de reuniones de toreros, artistas y cantaores. Así, se fue convirtiendo en todo un referente, no sólo para los locales, sino para cualquier visitante que pasaba por la ciudad de la Alhambra.

Esta sopa fría es una de las estrellas de la gastronomía andaluza y ha conquistado los paladares de medio mundo. Apetece especialmente cuando el calor aprieta y lo único que nos pide el cuerpo son platos refrescantes y ligeros como este salmorejo.

Lola Marín, chef y propietaria de Damasqueros, es pura pasión y entusiasmo por la cocina y, aunque ella no lo supiera, sobre todo cuando empezó la carrera de Arquitectura Técnica, estaba predestinada a crear su propio restaurante para mostrar al mundo su personalísima visión de la gastronomía, con una apuesta por la cocina tradicional, pero al mismo tiemposorprendente y, en donde prima la sencillez y la delicadeza, pero también el detalle y los sabores rotundos.

Lola Marín, chef y propietaria de Damasqueros, es pura pasión y entusiasmo por la cocina y, aunque ella no lo supiera, sobre todo cuando empezó la carrera de Arquitectura Técnica, estaba predestinada a crear su propio restaurante para mostrar al mundo su personalísima visión de la gastronomía, con una apuesta por la cocina tradicional, pero al mismo tiemposorprendente y, en donde prima la sencillez y la delicadeza, pero también el detalle y los sabores rotundos.