Comer de platillos por el Raval: la verdadera experiencia multicultural de Barcelona
Barcelona está llena de barrios que invitan a pasear con calma, perderse en su pasado, deleitarse en la historia. Pero si hablamos de un barrio que pide pan, platillos, bravas y terraceo, sin duda estamos hablando del Raval. Con su mezcla de culturas, calles, vida y magnetismo, los restaurantes del Raval están llenos de ambiente.
Es en el barrio más activo y sinérgico de la ciudad condal –a pesar de sus muchas denostaciones– donde encuentras la comida multicultural de Barcelona por excelencia. Pero, si buscas dónde comer en el Raval, ¿cómo saber que vas a tiro hecho? De eso nos encargamos nosotros. Esta lista está hecha para cuando busques ambiente auténtico y platos sabrosos que entran por los ojos de un solo vistazo a la barra: te presentamos cuatro templos de platillos por el Raval donde la tradición y la frescura se dan la mano.
El Pollo y La Polla: tradición vasca y barra de fríos
Lo que diferencia a El Pollo y La Polla del resto de restaurantes del Raval no es solo la cocina –que también, no nos engañemos–, sino su filosofía. “Hacemos carta por temporada, cuatro cartas al año, cocina tradicional vasca. Siempre con producto local y del momento”, nos comenta Aimar, su dueño.
Su chef, formado en el Basque Culinary Center, ha pasado por cocinas de renombre como Disfrutar. Y en cuanto al local, “es una joya post-olímpica que sigue intacta desde los noventa”. Un viaje en el tiempo con bocados del norte, ¿qué más podemos pedir para comer de platillos por el Raval?
La carta se divide entre barra de fríos y cocina caliente, como en Bilbao. Y si hay algo que define su esencia, es la tortilla. Esa tortilla de barra que aparece por la mañana y, cuando se acaba, se acabó. "Esto quiero que se recalque”, insisten desde cocina, “¡la tortilla se acaba! Es nuestro primer gancho. Si la tortilla está buena, imagínate el resto”. Spoiler: lo está. También destacan platos clásicos como los chipirones en su tinta con huevito frito, pero la tortilla es religión.
En cambio, en La Polla, la propuesta es más informal y callejera, la auténtica esencia de la comida multicultural de Barcelona. Una licencia C1 que permite tirar de barra, picoteo y vermut sin demasiada liturgia. Aquí todo son escabeches, ensaladas frías y propuestas para compartir entre amigos sin necesidad de reserva. Curan su propio lomo, trabajan todos los pescados y escabeches de forma artesanal y crean un ambiente fresco, divertido y lleno de vida. Si El Pollo es “tradición”, La Polla es “frescura”, nos dicen ellos mismos.

Veni: alma argentina en formato platillos por el Raval
Entre los muchos restaurantes del Raval, Veni destaca por su fusión de cocinas, su espíritu joven y una propuesta que mezcla raíces argentinas con el concepto de platillo de autor. Aquí las tapas no siguen el recetario clásico al pie de la letra: cada una lleva una vueltita de tuerca, ese toque del chef que hace que algo simple se convierta en algo especial. Es un sitio ideal para quienes se preguntan dónde comer en el Raval si buscan algo con carácter y personalidad.
El plato más pedido, cómo no, son las bravas. Pero hay más: empanadas caseras, triangulitos de provolone rebozado y wraps que combinan producto de calidad con imaginación. “En Veni somos cocina americana y argentina, por razones obvias”, nos cuenta Álex, su dueño, con un marcado acento argentino. “Tenemos milanesas, hamburguesas, y wraps a nuestro estilo”. Por eso, cuando le preguntamos por su imprescindible, lo tiene claro: sus milanesas argentinas. “Hay de pollo, de ternera, de distintos tamaños y con guarniciones varias”.
–Si tuvieras que definir Veni con una palabra, ¿cuál sería?
–Experiencia es la palabra que define el alma de este local.
Y no le falta razón.

Bar Papitu: tradición catalana con cóctel en mano
En el corazón del barrio, Bar Papitu apuesta por reinterpretar la cocina de platillos por el Raval con platos bien elaborados y una carta de cócteles que sorprende por su nivel. Aquí, lo que diferencia este local del resto no es solo la comida, sino el equilibrio entre cocina y coctelería. “Nuestro encargado es un coctelero profesional”, algo que se nota en cada copa.
En este restaurante del Raval hay clásicos y propuestas modernas, y todo se puede acompañar con platos a buen precio que van del pollo a la catalana –uno de los más queridos– a unas albóndigas con sepia que nadie olvida fácilmente. “Pero si hay algo que nadie debería dejar de probar son nuestras croquetas de jamón ibérico con alioli suave y las bravas”, que juegan en otra liga. “Cocina local y auténtica en el corazón del Raval”, dicen ellos. Y lo cumplen.