Sushi Club se ha convertido en uno de los rincones de comida asiática más reconocidos del centro de Málaga. Siendo una franquicia con gran presencia en América, aterrizó en la Costa del Sol con el objetivo de transportar a los malagueños y todos sus visitantes sus inconfundibles sabores vanguardistas y exclusivos.
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Cuando uno de los mayores distribuidores de pescados y mariscos de Andalucía y uno de los sushiman más reconocidos de Málaga unen sinergias, conocimiento y voluntad todo apunta a que lo que hagan va a ir viento en popa. Así comenzó la historia de José Carlos Morales y José Fernández.
El restaurante Daiko Sushi es único de su especie: Ricardo y Oswaldo, suegro y yerno, y desde hace tres años también socios, crearon este concepto nikkei en pleno centro de La Laguna.
Qi Zhang y Chunijin Chen son una joven pareja comprometida con su pasión por la restauración y amantes del detalle y la profesionalidad. Son los propietarios de Haruki, un restaurante japonés que abrió sus puertas en febrero de 2019. Primero lo hicieron en el centro de Málaga, y desde julio de este año dieron el salto a la Avenida de Pries.
La terraza y el comedor del restaurante Oreig simulan ser una barca vieja salida del mar, con el casco despintado por el embate de las olas. "Hemos querido traer el mar a dentro del local", explica Josep Maria Malé, propietario de este negocio que, desde su apertura en verano de 2015, está especializado en cocina japonesa y mediterránea. Precisamente el mar es el gran protagonista de la mayoría de platos que salen de su cocina, tanto los de raíz asiática como los de la carta de proximidad.
Habitualmente los makis se elaboran extendiendo el arroz sobre la hoja de alga nori. De hecho, dicen que el arroz es el ingrediente esencial y supone el 60% del secreto de un buen maki. En este vídeo veremos cómo en Udon rompen con esta tradición japonesa y cambian el arroz por fideos somen -de aspecto fino y elaborados con harina de trigo- previamente hidratados, obteniendo muy buenos resultados.
Como dice un antiguo proverbio “Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino”. Sin duda, una sabia frase que define a la perfección lo que le ocurrió a Diego Laso, chef y copropietario del restaurante Momiji en Valencia, ya que con tan sólo 23 años viajó a Japón sin saber que allí encontraría su verdadero destino y pasión: la cocina japonesa.
La historia de la humanidad tiene muchos hitos, pero pocos tan grandes como el paso del cazador-recolector a agricultor-ganadero y la invención del fuego, que permitió el nacimiento de la cocina, pasar de la comida cruda a la comida cocida. La cocción, revolucionaria y moderna en su momento, no nos ha hecho olvidar nuestros ancestros, y aunque a veces no seamos conscientes, ingerimos gran cantidad de alimentos crudos, y no sólo ensaladas.
La tenacidad y el respeto por la tradición que forman parte de la filosofía japonesa son valores que caracterizan también a Hideki Matsuhisa, el propietario del restaurante Koy Shunka y de su hermano mayor en la cocina nipona barcelonesa, el Shunka.
Barcelona puede ser Tokio, Kyoto U Osaka. Un sinfín de templos gastronómicos trasladan al comensal a la delicadeza del país nipón sin moverse de la ciudad.