/ Peruano
Los que hayan paseado por el barrio de Sant Pere y Santa Caterina se habrán fijado en este encantador rincón, una placita a los pies de la iglesia de Sant Pere de les Puel·les que, además de ese legado histórico, acoge algunas interesantes y asequibles propuestas gastronómicas. Una de ellas es el restaurante La Candela, que lleva años allí, haciendo esquina, pero que ahora ha cambiado de gestores y ha hecho una profunda trasformación.
Lugares donde la cocina, la pasión y la cultura se equilibran a la perfección, existen pocos en Valencia. Pero existe Quina, un restaurante de cocina peruana contemporánea que fusiona sabores exóticos, interpretados con gran creatividad, y productos autóctonos más mediterráneos como guiño a la ciudad del Turia.
Madrid es una ciudad muy peruana. Lo ha ido siendo cada vez más a lo largo de los últimos años, aunque ya pasó desde ese momento en el que Gastón Acurio tenía su Astrid y Gastón en pleno Paseo de la Castellana, poniendo la cocina peruana en el nivel más gastronómico.
Uno debe dejar sus prejuicios en la puerta para adentrarse en Totora y descubrir todos los matices de la rica tradición culinaria de Perú. Se trata de una gastronomía que ha bebido durante siglos de innombrables influencias: china, japonesa, italiana, española... Todo cabe y todo estructura y da sabor y color a los platos peruanos.
Con su restaurante, Acurio consiguió que se empezase a hablar de alta cocina peruana y que el cebiche se hiciera famoso hasta el punto que con el tiempo se ha introducido en las cartas de muchos restaurantes españoles conviviendo con naturalidad con nuestros platos de siempre.
Tanta, palabra inca que designa el pan y que aún se emplea hoy en día en el idioma que se habla en los Andes peruanos, evoca la tradición culinaria de la que parte la cocina del Tanta.