/ Frutos secos

Estos característicos frutos secos de otoño son una fuente de antioxidantes, además de muy nutritivos y energéticos. Crudas, asadas, confitadas y cocinadas en infinidad de recetas, las castañas llenan de color y sabor cualquier plato.
De sabor agridulce y muy adictivos, estos frutos secos de origen ancestral son una fuente de virtudes y un ingrediente básico en repostería
En el día mundial del cacahuete (13 de octubre), conviene recordar que no es solo un entretenimiento para picar, sino que es un producto muy nutritivo que podemos utilizar en el día a día en nuestra cocina.
Mostramos una serie de pautas para afrontar el otoño con una buena alimentación que nos llene de energía y vitalidad.
Dulce, salado, ácido y amargo no son los únicos sabores. A éstos hay que añadir el umami o quinto sabor, que actúa como potenciador.
La nutricinista Magda Carlas explica para Gastronosfera los beneficios del lenguado en nuestra dieta. Y si lo acompañamos de almendras aún mejor.
Quién iba a decir que las castañas tienen menos grasa que, por ejemplo, las avellanas. Y, además, son ricas ricas en nutrientes.

La mala fama precede a productos tan apreciados como la cerveza, el chocolate, los frutos secos o incluso la pasta. Cuando no se les acusa de ser poco sanos para el organismo les cae el sanbenito de que engordan. Nada más lejos de la realidad... si son ingeridos con moderación. De hecho, los deportistas de élite los incluyen a menudo en sus dietas para adquirir la dosis de energía necesaria para poder asumir las duras jornadas de entrenamiento.

La nutricionista Magda Carlas explica para Gastronosfera 10 beneficios de los frutos secos, empezando por su riqueza en calcio.