A veces son las cosas sencillas las que nos enamoran. Y es el amor lo que pone en marcha proyectos chulos. En el caso de Bells Bar, las dos cosas son acertadas. Este bar-restaurante pequeñito ha nacido por amor y su carta enamora fácilmente a los clientes que se atreven a probar la apertura más reciente del casco antiguo de Donosti.