/ Cocina de fusión

El restaurante de cocina fusión propone una original forma de terminar la comida con porciones pequeñas que permiten disfrutar de más sabores.

Cuando uno de los mayores distribuidores de pescados y mariscos de Andalucía y uno de los sushiman más reconocidos de Málaga unen sinergias, conocimiento y voluntad todo apunta a que lo que hagan va a ir viento en popa. Así comenzó la historia de José Carlos Morales y José Fernández.

El paraíso existe y está en el Atlántico, justo en Isla Canela. Este es el lema del restaurante El Paradise, un local a pie de playa en una de las zonas mejor valoradas de la provincia de Huelva: un amplio chiringuito con una decoración moderna y una propuesta de gastronomía saludable en Ayamonte.  

Lara Roguez ofrece una cocina muy personal en una fusión astur-oriental tan arriesgada como atractiva

A sus impulsores, Juli Casi y Javier Benítez, vinculados desde hace años al sector de la hostelería, les gusta decir que hacen slow fast food, una cocina rápida, pero sana, delicada y trabajada, que mima mucho el producto.

El viaje comienza en calle Gerona 39, pero no es aquí donde vamos a quedarnos, sino que tendremos la posibilidad de visitar otros países del mundo a través de sus sabores, a través de la cocina de Álvaro Ávila, propietario y chef de La Alvaroteca. Su cocina no se queda sólo en la fusión o los toques de la cocina actual, sino que va un paso más allá poniéndole a cada uno de sus platos una parte de su personalidad, esa locura amable que lo caracteriza y que lo hacer ser un cocinero y una persona distinta.

La de cocina internacional y de fusión, es una etiqueta que se ha utilizado de forma muy extendida pero que no siempre se ajusta a la realidad. En el caso de Nobook, la sorpresa del comensal está garantizada porque en este restaurante se sale de la cocina mediterránea y con pretendida influencia oriental para adentrarse en una experiencia gastronómica a base de sabores, texturas y aromas llegados de Latinoamérica, Asia o el mundo árabe.

Después de haber puesto su primera muesca en Cantabria, con Annua, un prestigioso restaurante que presume de Estrella Michelín; y haber logrado su versión más terrenal con el Nacar, también en la bella localidad marinera de San Vicente de la Barquera, el inquieto Oscar Calleja cierra momentáneamente la trilogía con otro proyecto muy personal, en el que desarrollar su enorme talento como cocinero y como hostelero.