Si cualquier fin de semana, al anochecer, pasáis por la barcelonesa calle de Córcega, en la zona en que se constituye como frontera entre el Ensanche y Gràcia, no os extrañéis si en la esquina con la calle de Sant Agustí veis un restaurante no muy grande lleno y, en algunos casos, con gente esperando a la puerta para poder entrar.
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En Batet de la Serra, a un par de kilómetros de Olot por la carretera de Santa Pau, encontramos el Hostal dels Ossos. Fundado en noviembre de 1976 por los abuelos Joan y Pilar, el que entonces era un pequeño hostal ha ido creciendo, con el afán, esfuerzo y dedicación de hijos y nietos de la saga familiar.
El hecho de que en los últimos años las sagas familiares hayan sido protagonistas de varias series de televisión puede hacernos pensar que se trata de un recurso de los guionistas para captar audiencia. Nada más lejos de la realidad. Las sagas existen. Un ejemplo perfecto es, en el mundo de la gastronomía, la de los Esteve.
Es necesario echar la vista muy atrás, casi mil años, para entender que el Molí de L'Escala no es un establecimiento cualquiera, sino que cuenta con una larga historia que nos remonta hastel año 1100. Su primer impulsor fue el Marqués de Dou, quién ordenó la construcción de un molino como regalo al pueblo de L'Escala (Girona).
Durante los 14 años que compartieron cocina con Ferran Adrià en elBulli, Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, jefes de cocina y pastelero del restaurante, respectivamente, se habían planteado a menudo cómo desarrollar un proyecto en común. La ilusión les corría por las venas y, con el cierre de elBulli y el inicio de la Bulli Foundation, consideraron que era el momento de lanzarse a la aventura.