/ Brunch

Esta cafetería viguesa destaca por su oferta de café americano de alta calidad, seleccionado por dos auténticos expertos.
El emprendedor Aratz Hormaetxe descartó montar un centro de estética y un kiosco de prensa antes de dar con la tecla adecuada al poner en marcha Goxo Break en Sopela. En la costa vizcaína ha obtenido éxito con un negocio que aúna panadería, pastelería y cafetería y ofrece la posibilidad de realizar un 'break', una pausa golosa, a distintas horas del día.
Presentaciones, eventos, desayunos de empresa, almuerzos y aficionados a la gastronomía y a los productos gourmets ya tienen su lugar en Vigo.

Que Vigo es uno de los destinos de esta Navidad en España es algo que ya nadie pone en duda. Y así lo confirman las cifras de visitantes y de pernoctaciones que se vienen registrando desde el encendido de las luces, el pasado 19 de noviembre, con picos del 100%. Y es que desde que Abel Caballero gritó la famosa cuenta atrás y las calles de Vigo se engalanaron de luces y demás motivos navideños, los datos turísticos han sido espectaculares. “El sector de alojamiento está colgando el cartel de completo.

Con una carta y una estética internacionales, La Cultural es parada obligada para aquellos que quieran disfrutar de un brunch contundente, visualmente apetecible y muy rico. Pero la oferta va más allá. No en vano, en La Cultural practican el concepto “all day food”.
El renovado espacio, próximo a la Gran Vía, cumple cinco años en plena forma. Un lugar que a cualquier hora del día resulta apetecible y seductor.
Te sugerimos 12 ideas para desayuno primaveral, seis saladas y seis dulces para que puedas preparar un menú de brunch saludable, delicioso y de temporada.
Fáciles, sabrosos y de lo más cool, ¡no te podrás resistir a hacerles una foto! The Egg Lab comparte sus sorprendentes recetas de huevos Benedict con confit de pato, ajos tiernos y holandesa de Hoisin con foie rallado; con setas de temporada, espinacas y pasas con holandesa de remolacha y kale; y los Surfing USA Benedict con costillas a la barbacoa y holandesa de cheddar.

Es domingo, y el sol de primavera asoma entre la muralla del Pueblo Español, en Barcelona. Hacia mediodía, la Plaza Mayor de este singular monumento se convierte en una fiesta. Gente de todas las edades llega para disfrutar de un cartelazo de DJs de primera fila, comer (o desayunar, que para eso un brunch es una contracción en inglés de breakfast y lunch, desayuno y almuerzo).

En la ciudad de Gaudí, enmarcada por el arte modernista, nos desplazamos al oeste de Barcelona, cerca de la Illa Diagonal. Concretamente al lado del hotel Hilton, donde se ubica el restaurante Mosaic, perfecta elección para una comida de negocios entre semana, debido a su situación en el distrito financiero de la capital catalana.

El brunch, bendito invento. Es la excusa perfecta para levantarte con resaca, tarde, y mezclar sin pudor un café con leche y tu bollo preferido, con unas tostadas con tomate y aceite y, por ejemplo, unos huevos revueltos. Lo que te pida el cuerpo. Si te apetece pastrami, también es bienvenido.

 En las ciudades, en vez de setas, crecen a veces modas gastronómicas que comparten con las senderuelas y las llanegas su aparición de manera extensiva y sincronizada. Algunas de estas modas consiguen mantenerse vivas a través del tiempo. Y otras, en cambio, producen brotes tan breves como tóxicos. Es necesario, pues, afrontarlas con un poco de conocimiento para que no nos cuelen una amanita faloide en vez de una trufa blanca.

Fuera de toda duda, no serían éstas las primeras líneas que se escriben, cual alegato, a favor de estos lugares, de esta forma de vida. Y, en especial, de un tiempo a esta parte. Desde luego, en los últimos meses y/o años vemos frecuentemente manifestaciones a favor de esta forma de vida (porque en la opinión de uno lo es) y de su compañera de fatigas, la tapa. Siempre bien acompañados de su vermut o caña. Hace poco, otro gran rastreador de lugares de buen comercio y bebercio, David, lo resumió como nadie.

El brunch es una refinada fórmula gastronómica, de origen anglosajón, que combina los alimentos más habituales del desayuno (breakfast) con los de la comida (lunch). Su base son los alimentos saludables, variados y ricos en vitaminas, proteínas y calorías. Sin embargo, su éxito está en el concepto: un desayuno-almuerzo que se adapta a los horarios flexibles del fin de semana y que debe ser saboreado sin prisas.