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La carne de vaca rubia gallega madurada durante sesenta días es uno de los principales reclamos del Meat Garden, un auténtico paraíso para los amantes de la carne, situado en la Pujada de La Mercè de Girona. El restaurante, que reabrió el pasado mes de diciembre con un cambio de imagen y nuevos propietarios, tiene en la brasa el principal aliado para convertir una materia prima de excelente calidad (carnes, pero también pescados) en un producto inmejorable.

Son jóvenes, atrevidos y tienen muchas ganas de hacerse un hueco en la escena gastronómica gerundense. Con una magnífica terraza en el Barri Vell, alejada unos metros del bullicio de la ciudad, L’Escabetx se convierte en un remanso de tranquilidad y buena cocina de cualquier parte del mundo con una carta cambiante en la que no hay que dar nada por sentado.

En Casa Flora te sientes como en casa. Es el lugar ideal en Girona para ir a hacer un menú de calidad, con un trato exquisito y unas vistas preciosas sobre el río Onyar. Un espacio ideal para hacer que un día cualquiera se convierta en extraordinario.
Una antigua fábrica de corcho, ahora convertida en restaurante, es el escenario de Nonna Paquita Casa de Pizzas. Los protagonistas son dos: la gastronomía italiana tradicional y el atrevimiento de la cocina ampurdanesa en una combinación sorprendente y sabrosa concebida por el chef Joan Lleixa. Y como personajes secundarios destacan un servicio excelente, un equipo muy agradable y acogedor, y una terraza íntima y auténtica. El resultado es un éxito asegurado.

Joan Morillo y Laura Tejero, en la sala, y Jordi Rollan, en la cocina, han consolidado en el restaurante Divinum, en el corazón del casco antiguo de Girona, una de las propuestas gastronómicas más interesantes de la ciudad, con un sol Repsol, mencionado en la Guía Michelin, y con rumores periódicos sobre su ascensión al olimpo de los restaurantes con estrella.

Lo que quieras cuando quieras es el lema de Croak's, el nuevo bistro bar que ocupa un lugar privilegiado en la Gran Vía de Girona. Una declaración de intenciones que queda clara con el primer vistazo que se echa a la carta, donde se encuentran desde tapas a ensaladas, pasando por sándwiches, pizzas, wraps, hamburguesas, embutidos, zumos, cócteles o bocadillos de ¡medio metro! Y todo servido en un amplísimo horario, desde las 8 de la mañana a las 01.30 de la noche, ininterrumpidamente de lunes a domingo, y a un precio muy asequible.

A sus impulsores, Juli Casi y Javier Benítez, vinculados desde hace años al sector de la hostelería, les gusta decir que hacen slow fast food, una cocina rápida, pero sana, delicada y trabajada, que mima mucho el producto.