/ Pizzaioli
La pizza nació en Nápoles. Y desde allí se extendió al resto de Italia y luego al mundo, hasta convertirse en una de las elaboraciones más populares en todo el planeta. Hay que diferenciar entre la genuina napolitana, de masa gruesa y esponjosa como la de un buen pan, con el borde realzado un par de centímetros, ligeramente dorado, y la romana, que se prepara también en todo el norte del país, que tiene una masa muy fina y crujiente.
La pizza napolitana acaba de ser declarada por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Más que el producto en sí, lo que se reconoce es el trabajo de los 'pizzaioli', esos profesionales que desde hace más de doscientos años elaboran las masas, las hacen girar en el aire de forma espectacular y luego les añaden los ingredientes antes de introducirlas en hornos de leña para cocinarlas. Efectivamente la pizza nació en Nápoles.