Casa Fausto está ubicada en la parte de montaña de Barcelona, en la zona de las colinas que dan carácter al barrio del Carmel, junto al Parc de la Creueta del Coll y mirando al mar. Tal vez esta situación es la que ha marcado la vocación del local por la cocina de mercado en la que predominan los platos que aúnan lo mejor de ambos entornos, carnes, pescados y mariscos preparados combinando tradición y modernidad, tal como ha sabido hacer Barcelona.
/ Cocina de mercado
Poco después de cumplir los cuarenta, Alex Palet elige cambiar de profesión y de vida. Ha hecho fortuna invirtiendo el dinero de sus clientes en la Bolsa pero ya no puede más. La disyuntiva es trascendental: la Bolsa o la vida. Y, con cierta dosis de heroicidad moderna, elige vivir.
El hecho de que en los últimos años las sagas familiares hayan sido protagonistas de varias series de televisión puede hacernos pensar que se trata de un recurso de los guionistas para captar audiencia. Nada más lejos de la realidad. Las sagas existen. Un ejemplo perfecto es, en el mundo de la gastronomía, la de los Esteve.
Es fácil verlos correr de un restaurante a otro porque entre las dos tabernas Arzábal sólo median unos pocos metros y unos pocos meses en su apertura. Tal fue el éxito del proyecto que iniciaron Iván Morales y Álvaro Castellanos en mayo de 2009 con su primera taberna en la calle Doctor Castelo de Madrid que en septiembre de 2010 abrían en Menéndez Pelayo la segunda con más espacio y pasando de 8 a 26 empleados.
En los tiempos que corren, decir que el aforo de un restaurante está completo y con reservas previas de algunos días puede parecer una expresión subida de tono. Pero afortunadamente algunos establecimientos viven esta feliz realidad, consecuencia lógica del trabajo bien hecho y del cuidado en cada detalle.
Siempre es una buena noticia que abra un nuevo restaurante, hecho que se convierte en algo todavía mucho mejor si su calidad gastronómica es elevada. Así sucede con el Mont Bar, abierto el pasado 23 de marzo en el cruce de las calles Diputació y Aribau de Barcelona, bien cerca de la plaza Universitat.
En el siglo XI había en Barcelona un castillo medieval que contaba con una torre de defensa para repeler posibles ataques feudales. En el siglo XVII el general Joan Cortada se convirtió en su propietario y fue construyendo una masía alrededor de la torre. Se convirtió en una especie de fonda y refugio que alojó incluso a Isabel II y otros miembros de la monarquía. Alrededor de lo que se llamó Can Cortada había campos con todo tipo de hortalizas, que abastecían a los habitantes de Horta.