Cuánta Carolina célebre hay en el mundo, sea por su sobreexposición en el papel 'couché' (Carolina Grimaldi, princesa de Mónaco), por el talento y la popularidad atesorada en los más diversos campos, desde la moda (Carolina Herrera) al bádminton (Carolina Marín), o porque MClan y el mismísimo Lou Reed le ha dedicado una canción. Sin embargo, quien vive o ha nacido en Bilbao tiene otra referencia grabada en su ADN, una singular primera acepción del término en su particular diccionario cotidiano; a buen seguro, esa persona piensa rápidamente en un colorista pastel cónico a base de merengue italiano. ¿Su nombre? Carolina, claro.
/ Carolina
Se dice que los bilbainos nacen donde quieren, pero no ocurre lo mismo con los pasteles bilbainos cuya procedencia es tan rígida que es muy difícil degustarlos fuera de la capital vizcaína. En cuestiones de repostería tradicional son incontables los lugares que fabrican sus propias pastas, tartas o dulces en general y como no podía ser de otra forma, Bilbao tiene sus propias delicias como la Carolina, el Bollo de mantequilla o el Pastel de arroz.