Si hay algo que nos preocupa a los que practicamos deporte son las tan temidas lesiones. Ese dolor intenso que nos hace parar y dejar de hacer lo que más nos gusta, de las pocas cosas que pueden pararnos.
Muchas veces pecamos de no darle al cuerpo el descanso que necesita cuando existe una lesión y es que las ganas de ponernos las zapatillas y echar a correr nos pueden. Sin embargo, todos, en algún momento u otro, tenemos que aprender a correr con cabeza y una vez existe lesión, tratarla con el máximo cariño.