Una amplia terraza y una sala espaciosa iluminada por claraboyas dan la bienvenida al visitante. Hay buenas vistas, todo son ventanales y la gente que viene de la playa puede disfrutar de un entorno tranquilo. De hecho, hay unas pequeñas duchas en el exterior, donde uno/a se puede refrescar. La versatilidad del emplazamiento es completa y el perfil del comensal muy variado. Incluso puntualmente y en temporada baja, acogen eventos como bodas y comuniones.