/ Portugal

Joao Correia estuvo unos años en Barcelona, primero con Arola en el Ars, luego en Pakta. Cuando regresó a Portugal abrió con su mujer esta taberna especializada en petiscos (tapas).
Un espacio informal y moderno en el que Henrique Sá Pessoa ofrece una carta que combina tapas españolas y "petiscos" portugueses. Desde bombas de La Barceloneta o patatas bravas hasta bacalao "a bras" o almejas a la "bulhao pato".

La receta del pollo a la brasa a la portuguesa varía un poco según cada cocinero, pero las dos claves para su éxito son la marinada -que le da buen parte del sabor- y el pollo, que no se cocina entero, sino que se abre por el pecho y se aplasta para que quede plano en la parrilla. En caso de necesidad podemos sustituir el pollo entero por cuatro cuartos traseros. “A murro” significa “al puñetazo”, por la tradicional forma de aplastar las patatas.

Descubrimos 3 recetas típicas de Portugal donde el pulpo es su protagonista estrella.
Sabores de Portugal es un restaurante joven. Y lo es en tiempo (apenas lleva abierto desde el verano), en socios (tres, en el lado suave de la treintena) y en vocación (mucha de su clientela tampoco se escapa de la etiqueta de millenial). Pero su gran paradoja es que nace de una de las formas más tradicionales de la gastronomía popular, la brasa, una técnica que en nuestro tan desconocido país vecino no queda relegada sólo a los días de fiesta con salida al campo.
Si hay que definir con una sola palabra la cocina del archipiélago esta sería, sin duda, sencillez. Pero una sencillez basada en materias primas de primera calidad.
Si investigamos un poco, encontramos libros que cifran en más de 1.000 las formas distintas de cocinar el bacalao en la antigua Lusitania. Asado, cocido, en caldereta, a la parrilla, con nata, frito, desmigado, como ingrediente de ensaladas, etc., los portugueses son los primeros consumidores de bacalao a nivel mundial. ¿Cuál puede ser la causa de este fenómeno?