/ Mahón

La cría, captura y recogida de marisco en puertos, playas y zonas costeras es una actividad practicada desde tiempos inmemoriales en todo el mundo, también en Menorca, donde se han encontrado restos de caracoles de mar (cornets), escupiñas y otros moluscos en poblados talayóticos y romanos de la isla. Pero es a partir del siglo XVIII cuando se empieza a tener constancia de la práctica del marisqueo, con constantes referencias escritas.
Dicen que el duque de Richelieu, estando en Mahón al mando de las tropas francesas que ocupaban la isla de Menorca entre 1756 y 1767, entró en una fonda y pidió algo para comer. El propietario solo tenía unos restos de carne, y se la sirvió acompañada de una salsa que hizo las delicias del duque. Tanto es así que se “llevó” la receta a Francia. Este hecho, real o no, ha propiciado que durante muchos años se creyera que la mahonesa era una salsa de origen francés.
En Menorca se produce un delicioso queso con Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) desde 1997. Su aroma y sabor es resultado de la conjunción entre la particular geografía de la isla, la cultura ganadera menorquina y el amor que los productores vuelcan en su elaboración y maduración artesanales.